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Cuando llegamos al hotel donde se estaba alojando, algunas fans nos sorprendieron. Muchas preguntaron quién era yo, y Ashton contestó siempre lo mismo. 'Una vieja amiga de Sidney'. Entramos al hotel unos cuantos minutos después y subimos hasta el piso 14, habitación 639. Una habitación con una cama matrimonial.

—Me estoy quedando solo—explicó mirando la cama—. Los chicos se quedan con sus novias así que aprovecho para estar solo e inspirarme.

—¿Inspirarte?—señalé mi zapatos y lo miré—. ¿Puedo?

—Como si fuera tu cuarto Lou—sonrió y se quitó el saco y después los zapatos.

Me saqué mis zapatos y dejé mi bolso en una mesa al costado de la puerta junto a mi tapado. Me senté en un sillón y lo miré.

—Entonces...

—¿Qué es de tu vida Lou?

Suspiré y se sentó a mi lado.

—Bien Ashton, no pasó mucho tiempo desde que nos vimos.

—No, a decir verdad no.

—Gracias. De nuevo.

—¿Por qué?

—Por el regalo de cumpleaños.

—Te dije que iba a hacer lo posible para mantenerme cerca tuyo. Nadie sabía qué hacer para tu cumpleaños y supuse que ibas a querer estar con todos tus amigos juntos y no estar dividiéndote todo el día. Aproveche la oportunidad de que ibas a estar en Sidney, así que solo debía hablarle al resto.

—¿Costó convencerlos?

—No, solo a Dylan.

—¿Por qué?

—No sabía que tan buena idea iba a ser.

Me encogí de hombros.

—Fue buena, porque estaba con todos a quien yo quiero.

Sonrió nostálgico.

—¿Cómo te va con George?

Lo miré sorprendida.

—¿No es algo masoquista por tu parte preguntar eso?

Se encogió de hombros.

—Quizás. Solo quiero saber si, estás bien con él.

—Lo estoy—susurré de repente sin encontrar mi voz.

—Lou...perdón por dejarte plantada.

—¿Qué tiene Tory?

Mordió su labio y negó.

—No puedo. Si yo te lo digo y ella se entera me matará, en serio.

—¿Es algo que tenga que preocuparme?

—Depende desde qué punto de vista lo veas.

—¿Sabes que eso no me deja más tranquila cierto?

Besó mi mejilla y sonrió.

—Tranquila, no es nada de qué preocuparse.

—Espero, porque sino me la agarraré contigo.

—Inténtalo.

Negué divertida e hice algo que no pensé. Abrazarlo. Me sentó en sus piernas y me abrazó sin separarse de mi cuerpo. Nuestras respiraciones eran tranquilas, pero podíamos sentir ambos corazones acelerados golpeando con fuerza nuestros pechos.

—¿Estás bien?—susurró en mi cuello.

—Sí, ¿Por qué?

—Tu corazón.

Long Way Home |ND5SOS|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora