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1 de Octubre de 2013

—Vamos Louise, arriba.

—Dylan ve tú.

—No me hagas tirarte de la cama—amenazó.

—Dylan.

Protesté y giré en la cama dándole la espalda.

—Tú lo pediste.

Sentí que me tomó por los pies y me estiró haciendo que cayera directo al suelo, sin darme tiempo a reaccionar dándome la cara de lleno contra el suelo.

—¡Dylan!

—Esa es mi señal para correr.

Salió corriendo del cuarto mientras me levantaba del suelo y comenzaba a buscar que ponerme para comenzar la universidad de nuevo. Desde que los chicos volvieron a irse yo no había prendido mi teléfono para nada. Fue una decisión que tomé para poder estar estos días tranquila, asumir la pérdida de James y enfocarme de nuevo en los estudios. Tengo que admitir que extrañaba la tecnología pero...Dylan había escondido mi celular así que hoy se lo iba a tener que pedir de vuelta.

Me di una ducha rápida y después de vestirme bastante casual, fui a la cocina a desayunar.

—Dylan...

—¿Qué ocurre?

Tome de mi té y lo miré. Me miraba expectante con su taza de café a mitad de camino.

—¿Me devolverias el teléfono?

Asintió y lo sacó del bolsillo de su pantalón.

—¿Todo este tiempo estuvo ahí?—cuestioné sorprendida.

—Aunque no lo creas—asintió.

—Que decepción. Yo creí que habías usado tus pocas neuronas y lo habías escondido en un super lugar.

—¿Y después olvidarme dónde lo metí y que me mates? No, gracias.

—Cierto. Me olvidé de contarte.

—¿Sobre?

Encendí mi teléfono y volví a mirarlo.

—Tengo una entrevista de trabajo.

—Eso es genial Lou.

—Como camarera de un café.

—Bueno, ¿Qué pretendes? Tienes que empezar desde abajo.

Lo miré mal y miré mi teléfono que había sonado. Era un mensaje, del 23 de Septiembre. Fruncí el ceño confundida, fue el día que se fueron los chicos. Oh mierda, ¿Habrá pasado algo?

—¿Lou? ¿Qué pasa?

—As-Ashton...

—¿Qué?

—Me envió un mensaje.

—¿Cuándo?

—El día que se fueron.

—Louise...

—Va...va a luchar por mí Dylan. Le di esperanza.

Le pasé el teléfono mientras salía de la cocina y subía hasta mi cuarto sintiendo las lágrimas atacandome con desesperación por salir.

Dylan me alcanzó en el pasillo antes de entrar al cuarto y me apretó contra su pecho.

—Hey—susurró—. Está bien...está bien.

—No lo está Dylan. Yo...quiero que él siga con su vida. Al igual que yo.

—Hey tranquila. Que él vaya a luchar y no rendirse no significa que se dedique las 24 horas del día a ti ¿Sí? Lo más probable es que siga con su vida, salga con chicas y demás pero muy bien él sabe que jamás podrás irte de su cabeza.

Long Way Home |ND5SOS|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora