Hola de nuevo... Voldemort

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Hola de nuevo... Voldemort





Al día siguiente, Harry despertó sintiéndose extrañamente sereno, quizá era porque había podido despedirse de sus seres queridos, o probablemente por la confianza que su corazón se empeñaba en tener de que todo saldría a la perfección.


Comió con gran apetito ante la sorpresa de Draco quien apenas sí pudo probar bocado. El rubio sí que estaba nervioso, de él dependía mucho el éxito de la misión y le preocupaba no saber actuar en el papel de héroe, era la primera vez que pondría su alma y corazón en ayudar en una causa tan importante.


Ese día no hubo reuniones. Harry miraba con melancolía el camino hacia Hogwarts pues tampoco había podido ver a Severus debido a las indicaciones previstas anteriormente. El ojinegro debía concentrarse en permanecer junto a Mulciber el mayor tiempo posible, de esa forma ganarse aún más la confianza y dar el primer paso del plan.


Al llegar la noche los nervios acudieron por fin a Harry. Su corazón dolía de tanto latir, corrió hacia Severus al momento de verlo aparecer entre los árboles y se besaron con el ansia de querer devorarse.


— No estoy pintado ¿saben? —les interrumpió Draco fingiéndose molesto.

— No jodas, Draco, ¿tanto te cuesta darnos un minuto de privacidad?

— En estos momentos sí, Severus. —rió—. Me siento celoso de que no hayas traído a Remus contigo.

— Él está haciendo lo que tiene que hacer... ¿estás listo?


Draco asintió y dio un paso hacia ellos. Severus volvió a sujetar a Harry por la cintura para apoyarlo contra un árbol cercano y besarlo, no le importó escuchar el gruñido de protesta del rubio a sus espaldas.


— Ten mucho cuidado, amor. —le pidió Severus al separarse.

— Tú corres más peligro, por favor, que no te descubran... y cuida de este rubio sinvergüenza.

— Lo cuidaré, no te preocupes por él. —respondió pasando del bufido de inconformidad del chico a sus espaldas.

— ¿Ya podemos irnos? —les apremió impaciente—. Recuerden que no debemos perder mucho tiempo.


Severus asintió y volvió a besar a Harry, aunque más brevemente, le susurró un "Te amo" antes de emprender el camino hacia la salida del bosque acompañado por Draco.


El plan consistía en que el rubio se hiciera pasar como uno más de los mortífagos, después de todo llevaba la marca. Severus le había asegurado a Mulciber que Draco era un espía, que había logrado huir luego de que fuese descubierto en Hogwarts, aunque para el mundo entero estaba muerto. Mulciber al principio no creía esa versión, pero estaba convencido de que Draco Malfatti valía su peso en oro, quizá no era alguien de confiar, pero seguramente el Señor Oscuro estaría muy complacido de llevar hacia él a quien había podido engañar a Dumbledore con su supuesta muerte, y además, permanecer escondido en el Bosque.


Draco no hizo caso alguno de la mirada suspicaz de Mulciber, estaba acostumbrado a ser cuestionado en todo momento y pudo hacer gala de su habilidad para amedrentar a las demás personas. Con solo una mirada consiguió que el Slytherin se abstuviera de intentar encontrarle alguna falla, y hasta le pareció ver que Mulciber terminó mostrándose complacido con su actitud.


Harry había permanecido vigilante desde muy cerca, no podía verlos, pero a través del mapa supo cuándo fue que se marcharon. Justo en ese momento, Remus y Dumbledore aparecían a las puertas del castillo y Harry corrió a reunirse con ellos.


— Ya se han ido. —les informó jadeante—. Debemos apresurarnos antes de que corran demasiado peligro.

— Eso haremos. —respondió Dumbledore procurando mantener la calma—. He mandado avisos a nuestros aliados para que se presenten, el localizador que lleva Draco nos guiará directo hacia ellos.


Harry asintió, se tomó un segundo para mirar a Remus, le notaba más pálido de lo normal pero su mirada era igualmente decidida. Le sonrió intentando infundirle valor, comprendía que para él era muy difícil tener que enfrentarse a mortífagos crueles y sanguinarios cuando aún ni siquiera se graduaba.


Remus le notó sonreír y correspondió, aunque sin poder evitar vislumbrar un poco de nerviosismo en sus vacilantes labios.


— Él estará bien, lo prometo. —afirmó Harry refiriéndose a Draco.

— Lo sé, está con Severus... sólo espero que no tengan que separarse.

Destellos de ternuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora