Freissa:
Mamá me avisa que no llegara al aeropuerto porque la solicitan en el hospital, sin embargo, al cruzar las puertas me sorprende ver a Lumer al lado de su jeep, me congelo con la maleta en mi mano y el se me acerca, paso saliva y el enseguida baja la mirada a mi muñeca, donde llevo su pulsera.
—¿Me queda bien, no? —Pregunto molestando y por lo incomodo del momento, Lumer rueda los ojos.
—¿Dónde está Dayanne?
—Hola, Freissa.. ¿Cómo estuvo tu viaje? Yo estoy bien.—Finjo mi voz.
Arquea una ceja.
Suspiro, estoy agotada por el viaje, así que solo respondo esta vez.—Esperando su maleta, quería acompañarla, pero me echaron.
—Bien. —Responde corto.
Vuelvo a poner los ojos en su viejo jepp estacionado.—¿Viniste a recogernos?
—Vine por Dayanne, tu págame el viaje, no soy chofer de nadie.
—Veo que no has cambiado.
—Te fuiste una semana, Brindley, no esperes nada.
—Nunca espero nada.
—¡Freissa!
Reconozco la voz de mi amiga a mis espaldas, me volteo y Dayanne me abraza.
—Que alegría estar en casa otra vez. —Suspira y observa a Lumer, luego a su Jeep. —Y tu...
—Es nuestro trasporte. —Me adelanto y Lumer me mira con una expresión malhumorada.
Si, me cole... ¿Qué vas a hacer?
Le sonrio encogiendo los hombros y me vuelve a fulminar.
(***)
Dejamos a Dayanne en casa y antes de bajar se despide de mí, para luego de Lumer, es la cercanía más grande que he visto entre ellos.
—Te veo después. —Dice y asiento, se gira hacia Lumer. —Gracias por el viaje.
Lumer no responde, solo hace un gesto asintiendo serio, ruedo los ojos y mi amiga me mira por última vez antes de marcharse.
—¿Es tu forma de buscar gustarle...
—Silencio, Brindley. —Me ordena.
Suspiro.
Cierra la puerta y el viaje a mi casa empieza, no habla tampoco hasta que llegamos, yo misma bajo mis cosas al ver que no me ayudara con la maleta.
Cero caballerosidad.
Me acerco a su ventana. —Nada caballeroso, pero gracias por traerme.
—Agradece eso.
—Eso hago.
Me dirijo a la puerta de casa y me vuelvo hacia el, viendo su jeep salir de mi propiedad, ingreso a la casa y tomo un baño antes de tirarme sobre la cama.
"Llegue". —Le escribo a Shawn.
"Yo también"
Abro mucho los ojos.
"¿A que te refieres con yo también?"
"Míralo tu misma"
Me levanto como resorte y corro hacia la ventana, aun con el móvil en mi mano suelto un leve grito al verlo de pie saludándome desde afuera, Shawn se ríe.
ESTÁS LEYENDO
Cadena de Mentiras (#5 Odio a las Chicas)
Novela JuvenilDespués de conocerse a través de internet hace más de un año , Freissa Brindley y Shawn Lester deciden dar el siguiente paso. Conocerse en persona. La hora y el lugar correcto del tan esperado encuentro para ambos se da , pero la sorpresa llega cuan...