11 | LOS NOVIOS SE LLAMAN ASÍ

150 13 39
                                    

Sentía el cerebro frito

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sentía el cerebro frito. O quemado, como la comida que hago en mis intentos de servir para algo.

¿Cuánto tiempo llevábamos estudiando?

Mis párpados se sienten pesados a lo que mi opción es frotarlos y al frente, lo primero que aparece en mi campo de visión es él. Con su sonrisa de siempre, jugando con un lápiz y rodeado de libros abiertos.

—¿Ha sido una buena siesta?

Oh, shit.

—Lo siento, no sé en qué momento pasó —alardeo mientras toco cualquier cosa de la mesa—. ¿En qué nos quedamos? ¿Química?

—Apenas iniciamos con álgebra.

Maldición, lo que significa que me dormí cinco minutos luego de llegar.

Paso mis manos por mi rostro, soltando todo el aire de mis pulmones y dejando caer mi cabeza sobre mis libretas. Me siento tan aburrido, cansado, asfixiado, simplemente quiero ir a casa y dormir cien años. Pero no debería ser así, Aiden se ve empeñado en realizar un buen trabajo y yo aquí flojeando, siendo su peor carga de la vida.

—Estaba pensando que todavía tenemos tiempo de visitar un lugar —dice jugueteando con el limón que le ofrecieron como decoración en su bebida—. Lo único que necesito es tu participación, quizá sea divertido.

—¿No es muy tarde? —vocifero mirando la ventana.

El sol sigue presente, tal vez en un par de horas comience a esconderse y la luna haga su entrada triunfal, en ese entonces yo ya debería estar en casa o le daría luz verde a mamá para soltarme un sermón de que me estoy desviando de mi camino. Digo, no es como que llegue tarde siempre que salgo y apenas me doy una vuelta para ir a la tienda, pero suele dramatizar.

—¿Una hora? —pregunta mostrándome la pantalla de su celular, con un fondo azul predeterminado, es aburrido—. O bueno, al menos que seas un adicto y desees quedarte toda la noche.

—¿Al menos puedes decirme el lugar?

—¿Entonces irás?

☆゜・。。・゜゜・。。・゜★

—¿Adónde vamos?

—Ya verás —repite por octava vez consecutiva—. Yo sé que eres impaciente, pero no pensé qué tanto.

—Eso es falso, es la primera vez que soy impaciente contigo.

Melodía de otoñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora