Anthony no podía mostrarse aún más impresionado.
—Todo pasó tan rápido... —balbuceó el Omega, todavía entre los brazos del soldado.
Hace unos momentos, el Capitán América había mostrado la faceta más agresiva y primitiva que podría imaginar. Los infiltrados de Hydra no habían tenido oportunidad alguna con tal furia del soldado.
Fue malditamente instantáneo.
—Lograste vencerlos en cuestión de segundos. —dijo Tony todavía incrédulo—. ¿Cómo es eso posible? ¿Capitán?
El mencionado se limitó a besar sus nudillos. Los pequeños rasguños y heridas que obtuvo por la pelea, fueron cuidadosamente limpiados por los labios del soldado.
—Mío. Eres mío. —susurró Steve en trance—. Mi Omega.
Tony se sonrojó al instante.
«Es su Lobo» pensó con emoción, procesando los hechos. ¿Se había mostrado para protegerlo?
—Debe ser un sueño. —bromeó Tony tratando de levantarse—. Steve creo que ya podrías-...
—Omega. —llamó el rubio, volviendo a atrapar al castaño entre sus brazos—. Voy a cuidarte. Eres mío.
Tony sonrió a medias y volteó a ver a su alrededor.
—¿Chicos? ¿Alguien me puede ayudar? —preguntó en voz alta, incapaz de moverse—. El Cap está un poco fuera de sus cabales.
«Necesito hacerle un chequeo general, lo más pronto posible» pensó Tony ahogándose por el afecto irracional del Alfa. Quería asegurarse que el Lobo de Steve había regresado completamente y no había ninguna anomalía.
—¿Chicos..? —volvió a preguntar el Omega.
Un suave, pero inconfundible gruñido se escuchó por todo el lugar.
—Lo siento, hermano. —se escuchó la voz de Thor a lo lejos—. Si trato de acercarme, Steve me va a arrancar la cabeza.
Anthony observó confundido al soldado y vió la mirada amenazadora que proyectaba hacia los demás.
—Es mi Omega. —gruñó con agresividad.
El Omega soltó un suspiro y se acomodó en los brazos del Alfa.
—Ya, ya entendí. —dijo rodando los ojos.
Después de unas horas, Steve pudo volver a la normalidad.
—¿Cómo te encuentras? —preguntó Tony curioso, a su lado.
El soldado observó a su alrededor, reconociendo las paredes de la habitación de su cabaña.
Sentía un leve dolor de cabeza y una voz familiar dentro suyo.
—¡Mi... mi Lobo! —exclamó Steve parándose de un salto de la cama—. ¡Puedo sentirlo y escucharlo!
Anthony sonrió enternecido.
—¿No es genial? ¿Qué te está diciendo? —preguntó el Omega de brazos cruzados.
«Es nuestro. Debemos cuidarlo» susurró su Lobo interior.
—Dice lo mismo que yo. —respondió el Alfa, acercándose para abrazar al contrario—. Te vamos a proteger.
Tony río encantando y asintió.
Estaba tan feliz de que Steve pudiera recuperar aquella parte que tanto había deseado. No obstante, ahora tendrían un nuevo problema.
Tener que lidiar con las cualidades y rasgos de ser un Alfa.
«Steve tendrá que aprender de nuevo» pensó Tony, planeando las formas en como podría ayudarlo.
—¿Esto no es final, cierto? —preguntó Steve recostado a su lado.
Tony negó con la cabeza.
—Como te han dicho, es un proceso lento. —dijo, girando a verlo—. Tienes que seguir con las sesiones e ir con calma. Tu Lobo por fin ha aparecido y necesita orientación.
El Capitán asintió ante sus palabras.
—Voy a intentarlo de nuevo. —concluyó el Alfa con una sonrisa—. Quizás sea difícil, pero sé que no estaré solo.
—Desde ahora jamás volverás a estarlo, Rogers.
Después de unos días, Anthony trataba de mostrar su apoyo desde atrás. Sin embargo, a veces dudaba sobre intervenir o no.
—Fury, necesito más detalles sobre la misión. —dijo Steve de brazos cruzados.
El moreno alzó una ceja y miró a los demás Vengadores que parecían un poco confundidos.
—¿Qué es lo quiere saber, Capitán? —preguntó Fury con astucia—. Le he dado las indicaciones a dónde tienen que ir.
Steve apretó los puños, dejando escapar un pequeño gruñido.
—No trates de jugar conmigo. —respondió el Alfa—. Soy el líder del equipo y estoy a cargo de las vidas de mis compañeros para completar la misión. —pausó acercándose con el aura amenazante—. Así que tengo el derecho de saber a qué nos estamos enfrentando realmente.
—Capitán-...
—No es una amenaza, pero no voy a arriesgar la seguridad de mi equipo. —continuó Steve, dando a entender que los Vengadores estaban bajo su mando y de nadie más—. ¿Lo pudo entender, Director Fury?
El moreno suspiró, derrotado.
—Bien. Llamen a la Agente Hill. —dijo saliendo de la habitación—. Ella les va a proporcionar toda la información que desean.
Steve sonrió con felicidad y volteó a ver a los demás presentes.
—No voy a volver a cuestionar tu liderazgo, hermano. —silbó Thor impresionado.
Tony asintió, viendo que los rasgos de Steve al volver a ser un Alfa estaban comenzado a salir.
«Autoridad, es lo primero» pensó con una sonrisa.
El Omega veía con suma concentración, los archivos que le habían mandado los inversionistas.
Había descuidado su trabajo en Industrias Stark.
«Es un milagro que Pepper no me haya asesinado» pensó con diversión, mientras leía los documentos.
No obstante, sintió una presencia a su atrás.
—¿Quién...?
—Stark. —susurró la voz inconfundible de Steve en su oído.
El mencionado volteó con sorpresa al ver como era atrapado por los brazos de un Alfa caliente y seductor.
—No puedo dejar de pensar en ti. —dijo Steve bajito, mientras recorría con sus manos la estrecha cintura del Omega—. Eres tan bonito.
Anthony se mordió los labios, al ser recostado en la mesa de su escritorio.
—¿Cap? —preguntó nervioso—. ¿Estás bien?
—No, quiero la atención de mi Omega. —respondió el Alfa con la mirada cargada de deseo.
Oh, mierda.
«Posesividad, es otro de los rasgos» pensó Tony entre suspiros, al sentir los labios de Steve tomar los suyos.
—Al carajo, con los archivos. —jadeó cuando se separaron—. Yo también quiero la atención de mi Alfa.
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Delta ∆
FanfictionSteve ha guardado un gran secreto dentro de su corazón, casi imposible de sanar. Sin embargo, ha llegado a su vida una inesperada persona que está dispuesta a borrar aquellas marcas que tanto lo han lastimado. ¿Será capaz de salir del infierno que...