Tenía que asistir a una reunión.
Steve se sentía extremadamente culpable desde el día anterior. ¿Por qué había sido tan grosero con Tony? Solo le había pedido una cita.
No era nada del otro mundo.
—Qué es lo que está mal conmigo... —susurró Steve caminando hacia la sala de juntas.
Sin embargo, no podía entender el interés de Tony por conocerlo fuera de las misiones y chequeos médicos que habían acordado. ¿Qué podría ofrecerle un Delta a un Omega Dominante?
No tenía sentido.
—Buenos días, cap. —saludó Clint llegando a su lado.
Steve asintió con una sonrisa, esperando a los demás integrantes del equipo.
No podía negar que estaba nervioso por ver a Tony nuevamente. Tenía que ofrecerle unas sinceras disculpas lo más antes posible.
Había cometido un error al expresarse de esa manera, no obstante su respuesta seguiría siendo igual.
—Chicos. —saludó Tony ingresando al lugar con unas gafas negras—. ¿Llegué muy tarde?
Steve estaba a punto de negar, cuando sintió un empujón a su lado.
—Jamás sería tarde para ti, primor. —contestó Thor acercándose con una sonrisa embobada—. Es un placer para mis ojos ver tu presencia, hombre de hojalata.
Tony se rió, saludando a los demás.
—Tan espectacular como siempre, Stark. —saludó Natasha asintiendo con la cabeza.
Steve abrió los ojos con sorpresa, al ver como la mayoría de Alfas del grupo no dejaban de observar al Omega.
¿Había sido desde siempre? ¿Cómo no se había dado cuenta?
—Creo que ahora estamos completos. —intervino Bruce acomodando su corbata—. Solo... Solo estábamos esperando a que llegues, Stark.
—Gracias por la consideración, Dr. —dijo Tony guiñando un ojo.
Steve se levantó de su asiento llamando la atención de los presentes. Debían comenzar con la reunión y además, por mucho que quisiera negarlo... Le incomodaba la situación.
—Vamos a comenzar con lo acordado. —dijo Steve con unos documentos en la mano—. Stark, ¿tú primero?
El mencionado volteó a mirarlo y sus mejillas se encendieron al ver al soldado con la vista fijamente puesta en él.
—¿E-eh? —fue lo único que pudo decir Tony.
«¡Soy un idiota!» pensó Tony recostado en la mesa.
La reunión había terminado hace unas horas, sin embargo Tony seguía sentado en el mismo lugar. Completamente solo.
—Ni siquiera puedo disimular. —susurró Tony, recordando cómo Steve lo había llamado anteriormente y casi se había derretido en su lugar.
«¿Es por qué me gusta mucho?» pensó Tony jugando con sus dedos.
Nunca antes había pasado por aquella situación. Mayormente, era lo contrario.
Los Alfas, Betas y todo el mundo a su alrededor siempre parecía encantado con tan solo su presencia y Tony simplemente se había acostumbrado a esa atención innecesaria.
No obstante, Steve no era así.
«Él simplemente es una buena persona y trata a todos por igual. Hasta me ofreció una disculpa» pensó Tony recordando cómo el soldado se había acercado antes de irse.
—Joder... Es mi primer rechazo. —dijo en voz alta, pegando su frente en el escritorio.
—¿Tony? —se escuchó en la entrada de la sala.
—¿Capitán? ¿Qué haces todavía por aquí? —dijo Tony parándose al instante.
«¿Habrá escuchado lo que dije antes?» pensó Tony con una sonrisa nerviosa.
—Ah... Es que Fury me llamó. —respondió Steve con una expresión triste—. Creo, que tiene sus sospechas sobre mi casta. ¿Se lo comentaste?
—¿Qué? ¡No! —exclamó Tony negando con la cabeza—. Todavía ni siquiera sé lo he dicho a Bruce. Estoy pensando en cómo hacerlo yo solo.
El soldado lo miró y suspiró aliviado.
—Entiendo, gracias. —dijo acercándose—. La verdad, es que todavía no tengo la confianza de contar sobre lo-... Lo que pasó. —añadió un poco tímido—. Hasta el momento, solo confío en ti.
Tony asintió, maldiciendo en su mente al destino que jodió tanto a una persona como Steve.
«Todavía no me has contado exactamente lo que te pasó... Pero me hago una idea» pensó Tony.
—Esta bien, no te preocupes por lo demás. —dijo Tony pasando una mano por los hombros del rubio—. Fury no te va a obligar a decir algo que no quieres, además estamos haciendo avances contigo.
—¿En serio?
Tony asintió con una sonrisa.
—En los resultados que hice, se muestra claramente los cambios que estás teniendo en tu sistema nervioso. —dijo optimista—. Al parecer, desde que regresaste del hielo. Quizás, tu Lobo quiere regresar.
—Eso es genial. —respondió Steve incrédulo.
—¡Lo es! Así que lo tomaremos con calma. —añadió con una sonrisa—. Ahora ve a descansar, Cap. Órdenes del doctor.
Steve lo miró con alegría y asintió.
—Ni siquiera eres Doctor, Tony. Pero te haré caso. —dijo yendo hacia la salida—. Oh y no pude evitar no notarlo...
—¿Qué cosa? —preguntó Tony divertido.
—Tu perfume. Es exquisito. —dijo con una sonrisa, yéndose.
Tony retrocedió unos pasos, sorprendido.
—Yo... No uso perfume.
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Delta ∆
FanfictionSteve ha guardado un gran secreto dentro de su corazón, casi imposible de sanar. Sin embargo, ha llegado a su vida una inesperada persona que está dispuesta a borrar aquellas marcas que tanto lo han lastimado. ¿Será capaz de salir del infierno que...