Delta ∆

Capítulo XIV

Steve y Tony se miraron entre sí.

—¿Qué haremos, cap? —preguntó el Omega, rompiendo el pequeño silencio que habían formado.

«Recién acabamos de enlazarnos» pensó Tony cerrando los ojos hinchados por haber estado llorando. Hace unos momentos, Steve se había derrumbado junto a él.

Se encontraban nerviosos y temerosos.

—¿Quieres tenerlo..? —preguntó Steve con la voz ronca—. Si no lo quieres, te voy a apoyar en lo que sea que desees. Es tu decisión, Tony.

El mencionado volteó a mirarlo.

—No es la respuesta más inteligente que has dicho, Rogers. —dijo extrañamente molesto—. ¿Y si quiero tenerlo? ¿Eh?

«¿Qué le pasa? No estaba en mis planes, pero tampoco quiero deshacerme del mocoso» pensó Tony tocando inconscientemente su vientre.

Era verdad, que hasta hace un día no pensaba en tener un cachorro. Sin embargo, ahora era diferente.

Podría culpar a su instinto Omega por el extraño apego a esa "cosa" desconocida que estaba formándose dentro suyo. No obstante, no iba a negar que estaba emocionado y asustado por ello en partes iguales.

¿Un hijo de Steve y él?

—Lo quiero. —susurró bajito.

La sola imagen de un pequeño ser, siendo la combinación perfecta del Capitán América y Iron Man... Era como una jodida ilusión.

—Quizás no estemos preparados, pero... —dudó Tony por un instante, nervioso—. ¿Podríamos intentarlo? ¿Crees que podrías apoyarme o estamos yendo demasiado rápido?

—Siendo sincero, es más que ir rápido. —contestó Steve escondiendo el rostro.

El Omega lo observó, tratando de no mostrarse decepcionado. ¿Había pedido demasiado?

«Steve todavía tiene sus problemas que lidiar, acaba de recuperar a su Lobo. Está en un proceso de sanación» pensó, tratando de convencerse.

No era el tiempo, quizás más adelant-...

—Estoy asustado. —cortó Steve el hilo de pensamientos del Omega—. No voy a negar que luego del incidente perdí la esperanza de formar una familia y tener hijos. —pausó para levantar el rostro y mirar directamente a Tony—. Pero, no quiero cometer otro error. De repente, nos estamos adelantando y es un poco apresurado. Sin embargo, si tu estás dispuesto... ¿Me dejarías formar una familia contigo?

Tony rodó los ojos, conteniendo las lágrimas.

—Tonto, me asustaste por un momento. —dijo el castaño, acercándose a besar los labios del contrario—. ¿Eso significa que tendremos un mini-Rogers?

—O un mini-Stark. —respondió Steve con una sonrisa—. ¿Qué dices?

El Omega asintió y tocó su vientre aún plano.

—Acepto. Si quiero formar una familia contigo. —dijo Tony con una sonrisa de lado.

El Alfa lo miró con los ojos brillosos y no pudo evitar rodearlo con fuerza entre sus brazos. El sentimiento de soledad dentro del pecho de Steve poco a poco comenzaba a desaparecer.

Tony era el motivo más grande de su vida, no obstante al parecer habría otro más.

—Los voy a proteger a los dos. Lo prometo.