Steve no recordaba como había llegado al hospital.
Fue como pasar por un torbellino de nubes negras, mientras trataba desesperadamente de llegar hacia la única luz que había tenido en su vida.
Tony, su Omega.
—¡Necesita calmarse! ¡No puede ingresar! —fueron las voces que escuchó vagamente—. ¡Ayúdenme, aquí! ¡El alfa está histérico!
Steve frunció el seño con molestia. ¿Histeria? ¿Cómo querrían que reaccione cuando su pareja e hijo estaban en peligro en ese preciso instante?
—¡Capitán! ¡Necesita calmarse!
El mencionado negó con la cabeza.
La marca de su cuello ardía como si lo quemarán vivo. ¿Era por Tony o por él..? Steve se abrazo a si mismo, buscando un poco de serenidad. No quería hacerle más daño a su Omega por sus emociones, pero tenía tanto miedo que no era capaz de controlarlo.
—Déjenme verlo... —susurró con la voz rota—. Por favor.
—¡No es posible, joven! ¡Se encuentra en cuidados intensivos! —exclamó uno de los enfermeros con efusión junto a sus compañeros, tratando de detener inútilmente al Alfa en los pasillos—. Primero, debe calmarse.
Al instante, Steve detuvó su empuje y agachó el rostro.
—Se lo suplico... Quiero ver a mi Omega. —pidió de manera entrecortada.
Los enfermeros lo miraron incrédulos, viendo por primera vez a un Alfa llorar sin escrúpulo alguno. Aún más increíble, siendo el famoso Capitán América.
—Dejen pasar al hombre. —habló una voz, saliendo de una habitación con una bata blanca y guantes del mismo color—. Se acaba de estabilizar el paciente. Puede ingresar.
—¿Está seguro, Doctor..?
El Alfa no esperó un segundo más y entro ansiosamente a la habitación donde se encontraba Tony.
Al verlo recostado en una camilla con leves quemaduras y golpes en el rostro... Steve volvió a derrumbarse otra vez.
Habían pasado un par de días y todas las personas dentro del hospital se habían cansado y resignado de ver al Alfa más conocido como Steve Rogers dentro del lugar.
No sé había movido de la habitación por mucho que insistieron.
Parecía que ni siquiera comía y solo de dedicaba enteramente en observar a su pareja que todavía no despertaba. Según los resultados, Tony Stark presentaba leves contusiones y el riesgo de un aborto prematuro ya había sido descartado con el pasar de las horas.
Sin embargo, su Alfa no parecía contento hasta verlo despierto.
—¿Por qué no abre los ojos? ¿Los análisis están bien? Quizás, es algo más grave y no sé han dado cuent-...
Las enfermeras suspiraron por milésima vez.
—El Omega solo presenta un leve traumatismo craneoen-... —la Beta corto sus palabras al ver la mirada tornarse oscura del Alfa—. Fue un golpe en la cabeza, ¿vale? El paciente va a despertar en unos días, se lo aseguro.
Steve asintió, resignado.
—¿Entonces que puedo hacer? —preguntó después de unos minutos.
Las enfermeras se miraron entre sí.
—¿No cree que eso debería saberlo usted? En situaciones difíciles, debe ser fuerte y seguro para que pueda apoyar debidamente a su pareja. —dijo una Omega de brazos cruzados—. Cuando él se despierte, usted deberá ser un pilar en su recuperación y ayudarlo en todo lo que sea posible.
—Exacto, como su Alfa tendra que cuidarlo. —añadió otra enfermera—. Si presenta leves secuelas y más el estado de gestación en el que se encuentra... Serás sus manos y pies en casi todo y no descuidarlo en ningún momento..
—Claro que es una tarea difícil, pero. ¿Puede con ello? ¿Será capaz o le solicitamos un ayudante médico..?
Steve sintió que las palabras de las féminas fueron como bofetadas en su rostro. ¿Qué es lo que estaba haciendo preocupandose en vano y llorando en un rincón?
Tenía que cuidar al Omega. Hacer preparativos para cuando despierte.
«Mi cachorro y Tony cuentan conmigo» pensó apretando los puños. Debía tomar responsabilidad de la futura familia que tendría.
Era el momento.
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Delta ∆
FanfictionSteve ha guardado un gran secreto dentro de su corazón, casi imposible de sanar. Sin embargo, ha llegado a su vida una inesperada persona que está dispuesta a borrar aquellas marcas que tanto lo han lastimado. ¿Será capaz de salir del infierno que...