Capítulo XVII

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Anthony miraba fijamente su abdomen aún plano.

—Sigo sin creer que un ser pequeñito está creciendo dentro mío. —dijo en voz alta, acomodándose en los brazos del soldado—. ¿No es raro? Voy a tener un bebé.

—Vamos a tener un bebé. —corrigió el Alfa.

El Omega se encogió los hombros y siguió observando su pancita. Hace un momento, habían visto la primera ecografía del cachorro que tendrían juntos.

Todavía era algo imposible de creer.

—Aunque este muy feliz, siento que le ha pasado algo al papá de esta criatura. —bromeó Tony volteando a ver al Alfa—. ¿Qué sucedió mientras estaba de misión?

Steve lo miró sorprendido y negó con la cabeza.

—¿Soy muy obvio? —preguntó, escondiendo el rostro en el cuello del castaño.

Anthony se removió, comenzando a preocuparse por el Alfa. Desde el momento que lo vio, sabía que algo había pasado. No obstante, no podía identificar que tan grave era.

—A pesar, de ser tu pareja. Sabes esconder muy bien tus emociones. —dijo el Omega tocándose la marca en el cuello—. Sabes que siempre te voy a apoyar en cualquier cosa y-...

—Ese es el problema. —cortó Steve bajito—. Me he vuelto demasiado dependiente a tu apoyo. Al saber, que siempre estarás para mí... Pero si en algún momento, que no estás conmigo... ¿Qué será de mi?

Anthony abrió los ojos sorprendido.

Automáticamente quiso decir que siempre estaría para él. No obstante, ¿acaso hoy no había estado ocupado la mayoría del día? Aún si habían sido unas horas, había estado ausente.

«Quiero sentirme culpable, pero a veces no voy a poder estar siempre con él» pensó Tony cayendo a la realidad.

—¿Has pensado en que hacer..? —preguntó el Omega después de unos minutos—. Yo también te extraño cuando no estás junto a mi, pero no es el mismo sentimiento, ¿verdad?

Steve asintió mudo.

—Oye, mírame. —pidió Tony alzando el rostro del soldado al no escuchar respuesta alguna—. ¿La estás pasando mal, no?

—Estoy cansado de tener un problema tras otro. —respondió Steve con un hilo de voz.

El Omega apretó los labios.

—No te presiones. —dijo Tony antes de envolverlo entre sus brazos—. Ve con calma, Rogers. Hay un montón de tiempo para buscar soluciones y encontrar la tranquilidad que tanto deseas. ¿Entendido?

Steve volvió a asentir y se hundió en el pecho del Omega. El aroma de su pareja, era exquisito.

—No creo que ayude a mi dependencia el que estés esparciendo feromonas. —dijo el Alfa en tono de broma.

Anthony se rió con fuerzas y golpeó suavemente la espalda del soldado.

—Tonto, es mi manera de ayudar.

Steve se acomodó con una sonrisa. Después de haber estado pensando a profundidad, había encontrado la pequeña diferencia del apoyo y la dependencia emocional.

«No necesito estar contigo, es que quiero estar contigo»

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