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Gabriel:

Ha pasado tanto tiempo desde que no me permitía estar así, sentado en este lugar tranquilo, meditando sobre todo y sin preocupaciones. Últimamente no pienso en el cáncer ni en la maldad de las doce, solamente pienso en el presente y en mi dulce Valeria.

Muy de vez en cuando o quizá todo el tiempo, escarbo en mi memoria para mirar el momento exacto en el que me enamoré de ella. Quizá fue su astucia o ese valor lo que me cautivó, honestamente no lo sé, pero todo en ella es un imán que me atrae hacia ella.

Me fastidia pensar que le hayan dicho sobre esta maldita enfermedad y que ahora haya pasado a ser una de sus preocupaciones. Puedo escuchar su mente taladrando posibilidades para curarme.

El sonido de unos pasos me hace levantar la cabeza lentamente del agujero entre mis piernas. Su cara llena de preocupación y firmeza me arranca una risa sin humor.

-¿Porque me miras de esa forma, Samuel?...-siempre actúa como mi hermano mayor, aún cuando soy unos meses mayor que él.
-Esa tranquilidad que posees para esta situación es bastante desesperante...-le hago una seña con la cabeza para que se siente a mi lado y este lo hace a regañadientes.
-Sabes que siempre he sido de cabeza fría...-me pienso unos instantes la frase que acaba de salir de mis labios y cambio mis palabras.-al menos con esta clase de situaciones...-eso le arranca una risa a regañadientes. Coloco una mano en su hombro y lo remuevo ligeramente.
-Lo que tienes es desinterés por asuntos que ensucien tu nombre...-me hace ver como un maldito desinteresado de mierda que solo le importan otras cosas.-desearía que dejaras de pensar en Valeria y en su bienestar...-dejo escapar el aire con cansancio y giro mi rostro hacia él. En cada ocasión que me he puesto como escudo para ella, Samuel ha estado ahí y sé cuánto ha sufrido por verme batallando con ello.-el amor no se trata de que el otro reciba todos los golpes de la vida, Gabriel...-baja la mirada hacia el suelo y deja escapar el aire con pesadez. Sé perfectamente por quien lo dice.
-¿Hablas de mí o de ti?...-una risa sin humor escapa de sus labios ante mis palabras.
-Casi que somos lo mismo, así que no hay diferencia...-la sonrisa dibujada en sus labios se borra de golpe y su mirada se llena de tensión en dos instantes.-tú...-lo miro con extrañeza por su repentino cambio de actitud. Este hombre es bastante bipolar.-¿me dirás ese asunto importante por el que me has llamado?...-una pequeña sonrisa se dibuja en mis labios. Tomo la carpeta que tengo a mi lado y se la doy.-¿y esto que es?...-pregunta con la mirada cargada de confusión. Le hago una seña con la cabeza para que la abra.
-Ya verás...-deseaba que solo una persona supiera esto y el único que vino a mi mente fue Samuel.

*Latido* *Latido* *Latido*

Su mirada analiza detalladamente mis resultados anteriores y algo en su forma de actuar me dice que no comprende una mierda de nada. Por esta clase de situaciones desearía poder leer mentes.

Coloca el examen sobre el escritorio y alza la cabeza para clavar su mirada en la mía. Presiento que se viene alguna mierda que me va a quebrar la poca esperanza que tenía cuando llegué.

-Señor Stoker...-ese tono de voz hace que una corriente eléctrica recorra toda mi columna vertebral.-no sé cómo empezar a decir esto...-en ese instante mi alma salió de mi cuerpo y desaba estar al lado de Valeria.

*Latido*

-Gabriel...-dice leyendo el documento en sus manos. Pasa una mano por su cabello y lo jala ligeramente.
-Sabía que algo andaba mal conmigo, pero me negaba a creer que era tan grave como me habían dicho...-pasa la hoja y ojea con atención la segunda. Debe estar pensando lo mismo que pensé yo en ese instante.-mi cáncer esta en etapa cuatro...-alza la mirada lentamente y la clava en mis ojos. Dejo escapar el aire y clavo la mirada directamente en sus ojos.-no me voy a curar...-la incredulidad por mis palabras es latente, pero debo decirle ahora antes de que sea demasiado tarde.-al menos sé que no me voy a curar con quimioterapia...-sin embargo, yo no siento que esto sea una victoria, no cuando veo cuanto les afecta a ellos mi partida.-pero...-mi pecho duele por el palpitar desenfrenado de mi corazón. Si han puesto eso en mis estudios, debo verlo como una puerta abierta para desparecer para siempre de la vida de todos.-si muero, ustedes serán libres y sus vidas se van a ordenar...-él gira su cuerpo hacia mí, sin dejar de mirarme a los ojos y suelta el aire con frustración.
-Te lo advierto, Stoker...-dice alzando un dedo para señalarme. Se ve bastante molesto y fastidiado.-así tenga que arrastrarte al hospital para que te hagan la maldita quimioterapia, te la vas a hacer y te vas a curar...-eso me arranca una risa. Siempre ha sido de los que no se rinden ante nada y con nada.
-Samuel...-coloco una mano en su hombro y él niega con la cabeza frenéticamente.
-Ni te atrevas a decirme que quieres morir, no ahora, no cuando...-sus palabras se cortan de golpe. Mi garganta se ha hecho un maldito nudo y no puedo entablar palabra alguna al ver sus ojos vidriosos.-me niego a dejar que te vayas, no sin mi...-lágrimas bajan por sus mejillas con velocidad mientras niega frenéticamente.
-Te prohíbo tener ese deseo...-coloco una mano detrás de su cuello y atraigo su cabeza hacia mi hombro.-deseo que tengas una vida larga y feliz hermano...-deja escapar un gemido que hace que mi corazón dé un vuelco y mis ojos se llenen de lágrimas.-incluso si no estoy físicamente para cuidarte como lo prometí...-la imagen de un Samuel más joven extendiendo su dedo meñique hacia mí para que prometa cuidar d él viene a mi mente en el instante en el que una lágrima desciende sobre mi mejilla.-siempre estaré contigo aunque no me veas...-la agonía de la despedida, el aguijón de la realidad, la tristeza de la última vez en el lugar en el que solíamos estar juntos y la necesidad de querer más tiempo con los que se ama.

*Latido*     *Latido*   *Latido*

-¿Podría solo decirme la verdad y acabar con mi agonía?...-sé que sueno desesperado, pero necesito saber si me han engañado o es la maldita realidad.
-Sus primeros exámenes son correctos, señor Stoker...-todo en mi interior se quedó en silencio en un instante. La poca esperanza que tenía se evaporó rápidamente.
-Voy a morir...-las únicas palabras que salieron de mi boca antes de ponerme de pie para irme de ese sitio.

Solamente quería una oportunidad más. Una salida diferente. Un camino menos rocoso. Un rayo de luz y esperanza para aquello que creía imposible. Pero ahora sé que no es posible. Ahora sé que mi historia acabará aquí. Y las huellas que he dejado en la tierra van a desaparecer cuando mi cuerpo sea consumido por las sombras del pasado.

*Latido*

Prometida Liberación. ¤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora