Capítulo 7

4.1K 534 16
                                    


Shinichiro observa fijamente al amigo de su hermano pequeño, a quien conoce desde hace años, sin creerse que sienta tanta aprensión de estar tan cerca del él. Sabe que Keisuke está arrepentido, solo hay que ver su cara, pero no puede olvidarse del dolor en su cabeza y toda esa sangre.

—Venía a disculparme contigo en mi nombre y en el de Kazutora. —Finalmente murmura Baji sin poder mirarlo a los ojos. Shinichiro suspira y se frota la nuca con cansancio, sabiendo que es solo un niño quien tiene en frente. —Y también darte las gracias... Por, bueno, ya sabes...

—¿Por no haber llamado a la policía por casi haberme matado de un golpe en la cabeza? —Pregunta Shinichiro, cruzándose de brazos y apoyándose en la pared tras él. Lamentablemente para el niño frente a él, Wakasa ha entrado en ese momento en la oficina, escuchando todo.

Wakasa no duda en golpear a Baji con una patada rápida, luego procede a golpearlo varias veces en el rostro hasta que Shinichiro lo aparta cuando ve que no va a parar pronto. Finalmente lo logra y se agacha para ver a Baji toser un poco de sangre, sentándose en el suelo y jadeando por el dolor en su rostro.

—Quiero saber qué pasó. —Exige Wakasa, y con un suspiro, Shinichiro narra a grandes rasgos a su mejor amigo lo que ocurrió la otra noche, viendo como el impasible Wakasa va enojándose poco a poco, cosa que le sorprende, pues nunca ha visto mucho cambio de expresión en Wakasa. —Podrías haber muerto.

—Takemichi me salvó, todo está bien. —Shinichiro murmura, dándole un trozo de papel a Keisuke para que se limpie la sangre de la nariz. —No ha pasado nada malo.

—¡No está todo bien, Shin! —Grita finalmente Wakasa, pone sus manos en los hombros de su mejor amigo y lo sacude suavemente. —¡Casi mueres por una moto! ¡Una moto!

Shinichiro lo abraza y ambos se quedan así unos momentos antes de soltarse, se giran y ven a Keisuke evitando mirarlos. El mayor de los Sano suspira y decide salir del despacho para ver al pequeño kitsune en el regazo de su hermano, pegado a él mientras prácticamente ronronea.

Mikey levanta la cabeza y observa a su hermano caminar hacia la salida del taller encendiéndose un cigarro, seguramente para relajarse. Poco después aparece Wakasa, quien le sonríe momentáneamente antes de unirse al mayor de los Sano en la entrada del taller, hablando en voz baja sobre algo.

—Baji, ¿estás bien? —Pregunta Mikey cuando Baji se sienta a su lado, aún con algo de sangre en su nariz y algunos hematomas. —¿Por qué estás aquí?

—Estoy bien, me lo merecía de todas formas. Kazutora y yo cometimos un error, he venido a pedirle disculpas a tu hermano. —Murmura Baji finalmente. Mikey asiente y ambos se quedan en silencio observando al pequeño híbrido. —No sabía que tenías un kitsune.

—No sé qué ha pasado, pero espero que no hayas dañado a nada o nadie que sea de mi propiedad. Este es Takemitchy, Shinichiro lo encontró, ahora es mío. ¿No es adorable? —Pregunta Mikey con cariño, acariciando una de las orejas de Takemichi, ignorando cómo Baji tiembla unos segundos antes de sonreír levemente.

—Hey, Takemichi. —Dice Baji, observando como unos enormes ojos azules lo miran fijamente, luego se gana un gruñido furioso y una cola le golpea la cara, no duele en absoluto por lo mullida y peluda que es. —¿Acaba de golpearme?

—No le gustas a Takemitchy. —Mikey se encoge de hombros y observa fijamente a uno de sus mejores amigos viéndose devastado por no gustarle al híbrido. —Espero que te disculpes con él cuanto antes.

Baji suspira y asiente, sabe porqué este pequeño kitsune lo odia, y sabe que se lo merece totalmente por ser una persona tan horrible.

El zorro de ojos azules |TOKYO REVENGERS|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora