Capítulo 10

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Mitsuya observa como el pequeño híbrido se queda dormido en sus brazos con bastante rapidez, pareciendo agotado. Suspira con cariño ante lo adorable que es el kitsune de Mikey y observa a Hakkai haciendo mil fotos de él con Takemichi en brazos.

—Hakkai, ¿por qué estás haciendo tantas fotos? —Pregunta curioso, observando como se sonroja al haber sido atrapado.

—Lo siento, Taka-chan, es que te ves increíble sosteniendo al kitsune. —Murmura Hakkai poniendo la última imagen como fondo de pantalla de su teléfono móvil. Mitsuya rueda los ojos y siguen caminando hacia el edificio abandonado que la Toman tomó como suyo cuando crearon la pandilla.

Al llegar, Mitsuya ve como Mikey está golpeando un trozo de madera, rompiéndolo en pedazos por la fuerza de sus golpes. Hakkai se adelanta para hablar con él, impidiendo que Takemichi se despierte y vea a su Mikey así.

—Mikey-kun, hemos encontrado a Takemitchy. —Dice rápidamente Hakkai, siendo empujado por su comandante cuando se apresura a ir a por su híbrido.

Mitsuya se aparta en cuanto Mikey tiene en sus brazos a Takemichi, despertándolo por el movimiento brusco. Algunos ven las lágrimas comenzando en los ojos del pequeño híbrido antes de que los sollozos sean ruidosos. A Mikey no parece importarle que su ropa se llene de lágrimas, cuando aprieta sus brazos en un abrazo profundo.

—¿Dónde demonios te has metido, Takemitchy? —Pregunta Mikey, sonando muy alterado, haciendo sonar las alarmas en las cabezas de Draken y Baji. —¿Por qué te alejaste de mí?

—Lo siento, Mikey. Estaba asustado y solté tu camiseta para abrazar mi cola. —Llora el híbrido, bajando la cabeza arrepentido. —He pasado mucho miedo cuando ese hombre tocó mi cabeza.

Mikey se congela y lanza una mirada hacia sus amigos, viéndose asesino. Para sorpresa de todos los presentes, su mirada se suaviza cuando los bracitos de Takemichi rodean su cuello, abrazandolo con fuerza.

—Por favor, no te enfades conmigo, Mikey. —Susurra el kitsune contra su cuello, derritiendo al Comandante de Toman en apenas unos segundos, aliviando a Draken y Baji cuando la chispa asesina desaparece rápidamente de los ojos negros de Mikey. —Te quiero mucho.

—Yo te quiero más, Mitchy. —Murmura Mikey, sonriendo de forma sincera. —Mucho más.

El zorro de ojos azules |TOKYO REVENGERS|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora