Capítulo 26

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Los altos mandos de Toman están en su habitual sitio de reunión, un edificio abandonado con algunas pintadas en las paredes viejas y desgastadas. Mikey está sentado en su lugar, en lo alto, con Takemichi en su regazo, Draken unos escalones más abajo que el comandante, y los capitanes y vicecapitanes a lo largo de la habitación.

—¿Entonces ese incidente se cuenta como premisa para una pelea contra Valhalla? —Pregunta Mitsuya, siempre el más calmado de los capitanes en momentos como este, sintiendo como la primera división e incluso el comandante están demasiado emocionales.

—Claro que sí, ese imbécil asustó a Fuyu y Takemitchy. —Gruñe Baji dando la razón al pensamiento previo de Mitsuya. Todos ignoran las protestas de Chifuyu, quien declara que no estaba asustado, solo emocionado de verlo pelear.

—Hanma Shuji parece ser realmente fuerte, mis golpes junto con los de Baji no le hicieron nada, seguía en pie, riéndose, pareciendo un maldito zombie o algo así. —Dice Mikey, su barbilla apoyada entra las puntiagudas orejitas de su híbrido.

—El otro parecía débil. —Añade Baji, recordando como el de gafas se veía demasiado flacucho para poder conectar un golpe de forma correcta. —Sin embargo parecía ejercer control sobre el zombie.

—¿Qué sabemos de Valhalla? —Pregunta Mikey, mirando entre la segunda y la quinta división, quienes suelen obtener la información que necesita lo más rápido posible.

—Son relativamente nuevos, no se sabe mucho porque no hay nada que saber. No han peleado con otras pandillas. Solo se sabe que se fusionaron antiguos miembros de Moebius con otros pandilleros para formar la pandilla. —Informa Mucho, su rostro impasible mientras habla.

—Entonces serán fáciles de derribar. —Smiley murmura, su sonrisa siempre presente. —Malditos debiluchos, me voy a divertir.

Takemichi observa cómo planean la pelea contra Valhalla, viendo como Chifuyu también parece emocionado por estar en la reunión. Quiere preguntar a su amigo si Baji ha sido igual de pegajoso y posesivo que su humano favorito con él.

Desde que su Mikey peleó con ese chico alto, no ha dejado que se aleje de su lado, teniéndolo siempre en su vista viéndose asustado cuando se aleja de él, incluso ahora duerme en la habitación de Mikey, acurrucado contra la vieja manta de su humano favorito.

El kitsune no se queja por la situación, le encanta sentir los abrazos de Mikey y cómo lo cuida, sin embargo, echa de menos ir al taller con Shin o a pasear con Emma o el abuelo Sano. Aunque lo que más añora es ir al acuario con Izana.

Takemichi se sorprende cuando se despierta en los brazos de Mikey, quien camina a casa a paso lento, como si no quisiera molestarlo. El híbrido bosteza y frota sus ojitos con sus puñitos antes de abrazar el cuello de su humano favorito.

—Mitchy se ha quedado dormido. —Murmura el pequeño kitsune de forma obvia, haciendo que Mikey sonría, pero no con su sonrisa falsa que Takemichi odia, sino la bonita, la que el híbrido ama ver porque es pequeña pero real.

—Debes haber estado cansado, ¿no te sientes bien, Mitchy? —Pregunta Mikey, sus pasos resonando en la calle vacía y oscura, siendo los únicos transeúntes por lo tarde en la noche que es.

—No, no. Mitchy se siente muy bien, solo está preocupado por su Mikey. —Murmura Takemichi, sus bracitos aún rodeando el cuello de su humano, sus ojitos cerrados y disfrutando del calor de Mikey.

—No tienes que preocuparte, soy fuerte y puedo cuidar de mí mismo y de mi precioso Mitchy. —El híbrido se ríe al sentir un beso en su brazo. —Sé que quieres verme pelear y derrotar a todos esos idiotas, pero creo que es peligroso, por lo que Chifuyu y tú os quedaréis en el taller de Shin.

Takemichi gruñe molesto, pero asiente con un pucherito en su boca, sabiendo que no tiene sentido discutir con su humano, ya que nunca cambia de idea con algo cuando ya lo ha decidido. Izana lo llama la mente simple del devora-taiyakis.

—Fuyu no habrá estado contento, quería ver pelear a su humano y Tora contra Valhalla.

—Si, mordió la mano de Baji y arañó la pierna de Kazutora. —Murmura Mikey, riéndose al recordar la escena. Por suerte, su Mitchy no suele hacer esas cosas con él, porque suele morder y gruñir a los Haitani cuando se va con Izana.

Takemichi intenta imaginarse a su mejor amigo haciendo eso, pero se distrae al sentir la risa de Mikey contra él, acurrucándose contra su humano. Se siente en paz y protegido, sabiendo que su Mikey cuidará de él.

Por lo que se permite quedarse dormido de nuevo con una pequeña sonrisa en sus labios mientras Mikey sigue llevándolos a casa, disfrutando de la propia calidez de su Mitchy.




El zorro de ojos azules |TOKYO REVENGERS|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora