Capítulo 29

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Cuando el gatito abre los ojos, no duda en gruñir al ver que está encerrado en una jaula diminuta que no le deja moverse mucho. Odia las jaulas, no es un animal, no merece ser tratado como un uno.

Al alzar la vista se da cuenta de que Takemichi está en una jaula igual a la suya, pero sigue inconsciente y sus peludas y esponjosas colas se han manchado de sangre y aceite, viéndose enmarañadas.

—Compañero, despierta. ¡Compañero! —Chifuyu intenta despertar a su mejor amigo, pero no puede evitar maullar furioso y preocupado al ver que no se despierta. Su único alivio es poder escuchar la respiración y el lento latir de su corazón.

La orejita de Chifuyu se gira en dirección al sonido de una puerta abriéndose, y se sorprende al ver el uniforme de Toman. ¿Fueron los compañeros de Baji-san quienes se llevaron a Chifuyu y Takemichi?

—Mira, mira, el gatito está despierto. —Dice un enorme hombre con una cicatriz en su ceja izquierda que casi llega al ojo. —Ahora, pórtate bien, no quiero problemas con el jefe.

Chifuyu sisea furioso e intenta arañar la cara del tipo espeluznante, sin embargo no puede sacar su manita por los barrotes, haciendo que su ataque no sirva. Aunque eso no hace que el hombre de la cicatriz no se enfade con él, sacudiendo la jaula y haciendo que Chifuyu se golpee con los barrotes.

Con miedo, el gatito abraza su cola, orejitas inclinadas hacia atrás y pone cara de valiente pese a lo asustado que está. Sabe que si su compañero estuviera despierto, ya estaría llorando.

—No juegues conmigo, no tengo problemas con dañar a estúpidos gatos como tú. —Murmura el hombre antes de darle una patada a la jaula y ponerse en pie de nuevo, sacando un cigarro de un paquete que tiene en su bolsillo. —La diversión comienza cuando el zorro se despierte.

—¡Kiyomasa! El jefe está llamando. —Exclama un hombre, y Kiyomasa sale de la oscura habitación, dejando a los híbridos de nuevo, pero justo cuando la puerta está por cerrarse, escucha un maullido furioso y las palabras del gatito que le hacen reírse.

—¡Cuando Baji-san aparezca acabará contigo! —Grita Chifuyu, su cola aún entre sus bracitos, pero ahora hinchada por el miedo y el enojo. —Y aparecerá con Mikey-kun, y él también acabará contigo porque has hecho daño a su Takemitchy.

—¿Quién dice que aparecerán? —Resopla Kiyomasa antes de cerrar la puerta con varios cerrojos, dejando a Chifuyu furioso, limpiándose las lagrimas con sus puñitos de forma enojada.

Baji-san, Tora, Mikey-kun, Izana, Shin... Todos aparecerán, Chifuyu está seguro al cien por cien, sabe que no son como otros humanos, todos ellos aman a Chifuyu y a Takemichi. Además, Baji-san le prometió que no lo abandonaría, que lo querría y cuidaría para siempre, y su humano nunca rompe sus promesas.

¿Verdad?

No, no puede dudar de su Baji-san. Si Takemichi lo escuchase, le diría que siempre confiase en su humano. Pero ahora Takemichi no le puede escuchar, ya que sigue dormido y con una herida en su cabeza, como él...

¡Espera! Chifuyu alza la cola cuando se da cuenta de que su cabeza no duele en absoluto, y con nada de cuidado comienza a pasar sus manitas por su cabello, encontrándolo solo sangre seca que lo enmaraña, haciéndole bufar molesto. ¡Baji-san lo peinó con cuidado esa mañana!

Sin embargo, lo que le hace parpadear sorprendido es que no hay herida, ¿cómo es posible que se haya curado tan rápido? ¿Su compañero ha usado su magia kitsune en él? ¿Por eso no se ha despertado aún?

Chifuyu golpeará a su amigo cuando se despierte por curarlo a él pero no a si mismo. Tienen que estar juntos para pelear contra los malos y huir. Necesitan pensar un plan que les permita volver con sus humanos.

—Gracias, Michi. —Susurra Chifuyu antes de tumbarse en su jaula, mirando el lugar por primera vez. Es un sitio oscuro y lleno de motos, por lo que tal vez sea un garaje para alguna pandilla o algo así. No hay ventanas, por lo que no sabe si es de día, de noche o ya es el día siguiente de la pelea.

El gatito, aprovechando que nadie lo puede ver o escuchar, se tumba de lado, abrazando sus rodillas, esconde la cola entre las piernas y comienza a llorar por el puro miedo que está sintiendo, solo quiere volver con su Baji-san, quien lo quiere mucho, quien le da muchos mimos e incluso usa su dinero para comprarle los mangas que le gusta.

Solo quiere los abrazos cálidos que huelen a menta y humo.

No quiere que vuelvan a golpearlo por ser un gatito, no quiere sufrir más.


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Tras la pelea contra Valhalla, Baji y Mikey se apresuran al taller de Shinichiro para buscar a sus híbridos, les han comprado unos helados para que dejen de hacer pucheros y los comerán mientras les cuentan la pelea. Pero cuando llegan al taller, se dan cuenta de que Shinichiro no está, solo uno de sus amigos.

—Shinichiro ha salido con Wakasa y Benkei. —Informa Takeomi mientras termina de arreglar la moto que Shin dejó pendiente cuando salió en busca de los cachorros. —Podéis esperarlo aquí.

—No hace falta, solo hemos venido a por Takemitchy y Chifuyu. —Mikey se encoge de hombros y trata de pasar a Takeomi para entrar en la sala de descanso, pero el hombre se interpone en su camino, esquivando mirarlo a los ojos. —¿Qué haces?

—Los cachorros están durmiendo la siesta. —Responde Takeomi, moviéndose para evitar que Baji también intente pasar. Ambos se miran entre sí, manteniendo una conversación silenciosa perfeccionada por años de amistad. —¿Por qué no vais a casa a cambiaros y-

La pregunta de Takeomi se corta cuando Baji y Mikey lo golpean al mismo tiempo en el estómago, haciéndole caer de rodillas, aprovechando el momento, ambos entran esperando ver una linda escena de sus híbridos dormidos juntos, tomados de la mano, como hacen habitualmente.

Sin embargo, solo encuentran el lugar vacío, sin sus híbridos a la vista.

—¿Dónde está mi Mitchy?

—¿Y dónde está Fuyu?

Takeomi se ve asustado por primera vez, su rostro estoico marcado por el miedo, antes de alejarse un par de pasos de los jóvenes violentos que están a punto de matarlo a él y a Shin.

—No lo sabemos, Shinichiro lleva buscándoles como dos horas.

El zorro de ojos azules |TOKYO REVENGERS|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora