El zorro de ojos azules |TOKYO REVENGERS|

Capítulo 20

Shinichiro no sabe cómo comenzar, solo puede observar como su hermano mira de reojo a Takemichi de vez en cuando, dándole tiempo para que pueda comenzar cuando se sienta listo. Manjiro está teniendo paciencia, algo que no se habría esperado conociéndolo, pero de nuevo, no deja de sorprenderlo.

Bien, no puede alargar más el momento, por lo que suspira y cuadra los hombros.

—¿Te acuerdas la primera noche que vine a casa con Takemichi? —Pregunta Shinichiro esperando a que Manjiro asiente, una vez que lo hace, decide continuar. —La verdad es que usó su magia kitsune para curarme una herida en la cabeza que podría haber sido fatal. La herida me la hicieron dos ladrones que intentaron robarme una moto que he estado preparando como regalo.

Manjiro parece un poco conmocionado y sorprendido, parpadeando antes de volver a mirar de nuevo al híbrido, como si lo estuviera viendo con nuevos ojos, luego se acerca a él y lo abraza con cuidado de no despertarlo.

—Keisuke y Kazutora eran los dos ladrones. —Continúa Shinichiro, y Manjiro se tensa, entendiendo que esa noche no solo estuvo a punto de perder a su hermano mayor, sino que hubiera sido por obra de dos de sus mejores amigos.

—Por esto Mitchy los tiene miedo. —Dice Manjiro, su voz carente de emociones, Shinichiro tiene miedo por lo que pueda hacer su hermano, su actitud es la misma que cuando Haruchiyo acabó con esas heridas en la boca.

—Manjiro, está bien. Nada pasó. —Murmura Shinichiro levantándose de la silla donde estaba sentado para poner sus manos sobre los hombros de su hermano Manjiro, tratando de tranquilizarlo. —Estoy aquí, bien y a salvo gracias al peque.

Manjiro no le mira a los ojos, sus ojos negros parecen vacíos y Shinichiro está a punto de ver el lado oscuro de su hermano pequeño. Tiene miedo y no sabe cómo evitar que su hermano cometa alguna locura.

—Casi mueres, aniki.

—Takemichi me salvó.

—Si no hubiera estado ahí, habrías muerto.

Shinichiro no sabe cómo está perdiendo tan rápido el control de la conversación, pero si esto sigue así, su hermano puede acabar en la cárcel por asesinato.

—Escucha, todos cometemos errores, tus amigos no sabían en qué tienda se habían metido, solo querían buscarte un buen regalo de cumpleaños, pero no tenían dinero, pensaron que robarlo sería buena idea. —Trata de explicarse el mayor de los Sano para que su hermano pierda esa mirada que le produce escalofríos. —Entraron en pánico cuando los atrapé y no pensaron las acciones que hicieron.

—¿Takemitchy te vio con toda esa sangre? —La voz de Manjiro está carente de emoción, y eso asusta mucho más a su hermano mayor, quien aprieta sus hombros un poco más para anclarlo a la realidad y que sus pensamientos oscuros no lo atrapen.

—Si, me vio con toda esa sangre, parecía un poco asustado, pero se concentró en ayudarme y lo saqué rápidamente de ahí. —Shinichiro no ve el sentido en mentirle en algo así, pero sabe que acaba de empeorarlo cuando su hermano pequeño trata de alejarse de su agarre.

Shinichiro comienza un forcejeo con Manjiro para evitar que se suelte y cometa un grave error, su espalda golpea la pared por la fuerza que usa su hermano, pero no por nada, él fue quien lo entrenó, por lo que esquiva la patada que iba directa a su cara y bloquea el puñetazo, nunca devuelve un golpe, pero ahora está siendo tentado a golpear a su hermano para que entre en razón.

—¿Mikey? —Pregunta la voz de Takemichi, y ambos se dan la vuelta para observar cómo el kitsune se frota los ojitos con sus puñitos, despierto a causa del ruido de la pelea. Y así, los impulsos oscuros de su hermano se desvanecen a causa de unos enormes ojos azules y brillantes. —¿Estás pegando a Shin?

—Solo estábamos jugando, no tienes de qué preocuparte. —Murmura Shinichiro sonriendo amable, ignorando como Manjiro cambia de actitud frente a Takemichi como si presionase un interruptor.

Takemichi inclina la cabeza confundido, pero alza sus bracitos y espera pacientemente a que su humano favorito lo cargue, cosa que hace rápidamente. Manjiro mete su cabeza en el cuellito de Takemichi para relajarse, y se sienta en la cama, sus ojos cerrados mientras susurra cosas que hacen que el kitsune acaricie su cabello rubio con cariño.

Shinichiro nunca había visto a Takemichi consolar a Manjiro, pero siente que es demasiado personal, por lo que se alegra de que la pelea haya parado, y decide salir de su cuarto para ver que su hermano haya ordenado todo de forma correcta en el salón.

—¿Mikey se siente mejor? —Pregunta Takemichi en voz baja, y espera a que su humano asienta. —Bien, Mitchy se alegra entonces.

—No sé que haría sin ti, Mitchy. —Murmura Mikey besando la frente de su pequeño kitsune, quien amplía su sonrisa por el beso que ha recibido antes de volver a derretirse en el abrazo de Mikey, ronroneando cuando Mikey acaricia su espalada con suavidad.

Nadie se espera lo que Mikey hará cuando vea a Baji y Kazutora, pero por ahora se permite disfrutar de su pequeño Mitchy mientras se tumba en la cama con el híbrido sobre su pecho.