Capítulo 8

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Takemichi ama a su familia. Lleva viviendo con los Sano un mes entero, se siente querido y protegido con todos ellos. Es algo increíble que nunca pensó que sentiría, pensaba que todos los humanos eran iguales hasta que apareció Shinichiro y lo adoptó.

Además, ha conocido a los amigos de sus humanos, y aunque al principio dan un poco de miedo, se ha acabado encariñando con ellos. Por ejemplo Benkei da abrazos increíbles y siempre le trae dulces que nunca había probado o Wakasa cepilla su cola y le hace peinados en su cabello.

Sin duda alguna, su humano favorito es Mikey.

Takemichi ama absolutamente a Mikey. Ama sus abrazos, sus caricias en las orejitas del kitsune, y sobre todo ama como se aferra a él cuando duermen en la cama del humano. Desde que volvieron del taller de Shinichiro el primer día del híbrido con los Sano, Mikey se aferró al kitsune.

—Mikey volverá pronto, Michi. —Dice Izana sentándose a su lado, le ofrece algo de comer y el kitsune lo acepta con una sonrisa. —Está en clase, ¿por qué no le esperas dentro?

Takemichi niega con su cabeza, sus mejillas llenas de comida mientras su mirada está fija en la puerta de entrada de la casa Sano. Izana suspira, pero se queda junto al pequeño kitsune con una mano aun acariciándolo con suavidad. No entiende muy bien el apego que sienten Mikey y Takemichi mutuamente, es algo extraño pero lindo de ver.

El híbrido siempre espera sentado en el porche a que Mikey vuelva de clase o de sus reuniones de Toman. Y Mikey siempre vuelve lo más rápido posible para apegarse al pequeño Takemichi y no dejar que nadie se acerque a él, abrazandolo y exigiendo toda su atención.

Las orejas de Takemichi se animan e Izana rápidamente se aleja del kitsune, queriendo evitar que Mikey pelee con él por haber estado sentado a su lado o tocando sus orejitas. Izana sabe que su hermano es un bastardo posesivo.

—¡Takemitchy! —Grita Mikey antes de abrir la puerta y luego recibir en sus brazos al pequeño kitsune que corre hacia él, ronroneando contra su pecho, feliz de verlo como si no lo hubiera visto hace apenas unas horas. —Si, si, yo también te he echado de menos.

Takemichi suspira feliz y pasa sus brazos por los hombros de Mikey, haciendo que este lo lleve en brazos. Mikey mira de reojo a Izana y abraza con más fuerza a su kitsune, haciéndole saber a su hermano que es suyo.

Izana vuelve a rodar los ojos y entra en la casa ignorando la mirada intensa de su hermano pequeño. Como dijo antes, bastardo posesivo.

—Vamos, voy a llevarte conmigo hoy. —Murmura Mikey caminando hacia donde Ken-chin está esperando. Takemichi conoce a Draken, por lo que sonríe y lo saluda con la mano antes de volver a aferrarse a su humano favorito. —Voy a presentarte a todos los de Toman.

El zorro de ojos azules |TOKYO REVENGERS|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora