El zorro de ojos azules |TOKYO REVENGERS|

Capítulo 18

Shinichiro observa cómo Takemichi, incluso dormido, se aferra a Izana con fuerza, sus puñitos están blancos por la fuerza que está usando. Su rostro tiene un ceño fruncido, y sus orejitas tiemblan nerviosas por lo que sea que esté soñando.

—¿No estaba el cachorro con Manjiro? —Pregunta Wakasa enarcando una ceja confundido, recordando lo que Shinichiro le dijo antes. Obtiene un suspiro enojado de Izana y un encogimiento de hombros de Kakucho como respuesta.

—Se supone que sí. —Murmura Shinichiro mientras se acerca y acaricia con suavidad el cabello lleno de rizos de Takemichi para relajarlo en su sueño. —¿Has llamado a Manjiro?

—¿Y para qué iba a llamar yo a ese idiota? —Pregunta Izana, su mirada hace resoplar a Shinichiro antes de que este saque su propio móvil para hacerlo él. —Estaba en una reunión con los altos mandos de Tenjiku cuando un zorrito ha aparecido y se ha aferrado a mí.

—¿Zorrito? ¿Estaba en su forma animal? —Pregunta Shinichiro sorprendido, sabiendo que solo toman sus formas animales cuando se estresan mucho o sus emociones son abrumadoras, sin importar si son buenas o malas. —¿Takemichi se ha transformado en su forma animal para buscarte?

—Sí, volvió a su forma humana en cuanto lo tomé en brazos. —Dice Izana apretando un poco más al híbrido en sus brazos. —Desde hace unos días, Mikey y Takemichi no están bien, y creo que hoy el idiota ha hecho algo para asustar al kitsune.

Shinichiro se pasa las manos por su cabello negro antes de golpear la mesa, frustrado. Ignora las miradas de las personas de la habitación y marca el número de Manjiro para que deje de enloquecer buscando al híbrido.

Izana observa como distintas expresiones pasan por el rostro de su hermano, comienza con la frustración y termina con la confusión mientras observa la pantalla de su móvil.

—¿Pasa algo? —Pregunta Wakasa al ver visto lo mismo que Izana, Shinichiro lo ignora para volver a llamar por su móvil, pero para sorpresa de todos, no parece ser Manjiro.

—¿Draken? Hola, si, perdón por la molestia. ¿Sabes algo de Manjiro? —Pregunta Shinichiro un poco nervioso. —He intentado llamarlo, pero su móvil parece estar apagado. Creo que debe estar buscando a Takemichi, ya que el pequeño salió corriendo. Sí, gracias. Adiós.

—¿Qué ocurre?

—No puedo contactar con Manjiro y Draken no sabe donde está. Me ha dicho que hablará con los demás amigos de Manjiro para buscarlo. —Shinichiro suspira cansado y agarra las llaves de su moto. —Voy a ir a buscarlo por el barrio. Izana, vuelve a casa con Takemichi por si está ahí.

Izana quiere negarse, queriendo alejar a Michi de Manjiro, pero al ver el estrés en su hermano mayor, suspira y asiente antes de marcharse con Kakucho y el híbrido aún en sus brazos, durmiendo un poco más tranquilo.

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Al llegar al dojo Sano, Izana y Kakucho se miran entre ellos antes de adentrarse en el jardín delantero totalmente destrozado. Plantas fuera de sus macetas, tierra por el camino, varios árboles torcidos... Y el interior de la casa parece desordenada y llena de caos.

—¿Qué demonios ha pasado aquí? —Pregunta Kakucho confundido, mirando una planta que parece haber sido lanzada contra el cristal de una ventana. —¿Qué idiota ha intentado robar en esta casa?

—No creo que haya sido un robo. —Murmura Izana dejando a Takemichi en los brazos de su subordinado con cuidado para tener libertad de movimiento en caso de que alguien intente golpearlo.

Izana camina por delante y entra en la casa seguido por Kakucho, observan con cuidado en caso de un movimiento o ataque, pero lo que se encuentran congela a ambos en su lugar, ya que Manjiro está abrazando la almohada de Takemichi con fuerza, su cara pegada a ella y sus hombros moviéndose como si estuviera llorando. A unos pasos, su móvil roto descansa sobre los trozos de varios platos rotos.

—¿Qué... —La pregunta muere en los labios de Kakucho cuando Mikey levanta la cabeza de golpe y su mirada se fija en el pequeño híbrido. De forma rápida, se lanza hacia ellos, pero es bloqueado por Izana. —¡Mierda!

—Dame a Mitchy. Ahora. —Dice Mikey, Izana lo negará siempre, pero esa voz le eriza la piel por el miedo momentáneamente, sin embargo, bloquea el avance de su hermano con patadas y puñetazos, sorprendido por cómo Mikey no intenta pelear solo llegar a Takemichi. —Déjame pasar, solo quiero ver qué está bien.

Izana quiere golpearlo, ha hecho llorar a Takemichi, pero deja su pose de pelea y deja que Mikey agarre al híbrido, abrazándolo con fuerza, despertando al kitsune en el proceso. Takemichi levanta la cabeza confuso por el sueño hasta que ve con quién está.

Por una parte, siente miedo, pero por el otro, este es su humano favorito, así que comienza a sollozar, abrazando por el cuello a Mikey.

—¡Michi lo siente mucho! ¡Michi quiere a su Mikey! —Exclama Takemichi, haciendo que Mikey lo abrace con más fuerza. —¡Perdón por correr, Michi lo siente mucho!

—Lo siento, mi Mitchy. Te quiero mucho, perdóname, no quise asustarte.

Izana no se lo dirá a nadie, porque sigue sin creerlo, pero acaba de escuchar a su hermano, a su egoísta y egocéntrico hermano pedirle perdón al híbrido.

Aunque sigue sin entender qué ha pasado.