Capítulo 17

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Takemichi siempre se ha sentido a gusto en la casa de la familia Sano, se ha sentido uno más de la familia y quiere a todos, pero en especial a Mikey. No por algo es su humano favorito. Puede confiar en él y en que nunca le hará daño.

Hasta hoy.

El kitsune aprieta un poco más su cola, asustado del rostro que tiene Mikey, como si no tuviera problemas en hacerle daño para obtener lo que quiere. Siempre ha confiado en él, pero ahora duda seriamente.

Está totalmente asustado de Mikey.

—Mitchy, respóndeme. ¿Te parezco débil?

Mikey se inclina sobre el kitsune, asustándolo aún más y, sin esperarlo, obtiene un golpe en la cara por la cola de Takemichi, quien rápidamente salta de la cama y corre hacia la puerta. Siente que Mikey lo persigue, y Takemichi comienza a llorar. Por primera vez desde que conoce a Mikey tiene miedo de él.

El híbrido sabe que no es tan rápido como su humano, así que de un salto, su cuerpecito se transforma en su forma de cachorro de zorrito, permitiéndole correr más rápido. Salta por la ventana y aterriza en el jardín, escuchando a Mikey aun persiguiéndolo.

Sin pensarlo, el kitsune corre lo más rápido que puede por las calles de Tokio, no sabe hacia donde se dirige, pero siente que tiene que alejarse de Mikey en estos momentos, nunca pensó que tendría que huir de su humano.

No sabe el tiempo que pasa corriendo, pero cuando para de correr y mira hacia atrás, no ve por ninguna parte a Mikey, por lo que suspira y camina con pasos rápidos por la calle en la que está hasta que cae en algo.

Reconoce el aroma que hay en la calle.

Puede oler el perfume de vainilla que Izana se pone cada día. ¡Está oliendo a Izana! Eso significa que está cerca, por lo que la cola de Takemichi se mueve emocionada y corre por la calle, siguiendo el aroma de Izana.

No tiene que caminar mucho, ya que rápidamente llega a una especie de edificio lujoso, el kitsune aprovecha que la puerta se abre por una persona que sale y se adentra, persiguiendo el familiar aroma hacia el último piso, sus patitas resuenan en el suelo de madera mientras se encamina hacia la puerta del fondo.

Al llegar a ella, usa sus pequeñas garras para hacer ruido, cosa que funciona, ya que la puerta se abre, permitiendo al kitsune correr entre las piernas de la persona que la abre, siguiendo el aroma que se va intensificando de Izana, quien está sentado en un sofá junto a Kaku-chan.

—¿Takemitchy? —Pregunta el peliblanco confundido cuando el pequeño zorrito salta a su regazo, temblando y escondiendo su hocico en el cuello de su hermano. —¿Qué haces aquí? Pensé que estabas con Mikey.

Ignorando las miradas en él, el híbrido vuelve a su cuerpo humano para poder abrazar a Izana, llorando por el miedo que lleva sintiendo desde que Mikey ha puesto esa cara. Nunca había querido escapar de su humano hasta el día de hoy.

—Michi se ha asustado. —Murmura Takemichi contra el cuello de Izana, haciendo un puchero triste al recordar. —Mikey me ha asustado, Michi ha salido corriendo.

—¿Mikey te ha hecho algo? —Pregunta Izana, esta vez de forma más seria. Toma al kitsune para que pueda verlo a los ojos llorosos, gruñendo cuando el pequeño híbrido asiente. —Voy a matarlo.

Izana se levanta del sofá, ignora a los demás y camina hacia el ascensor con Takemichi en sus brazos. Kakucho lo sigue fielmente mientras se despide de los demás altos mandos de Tenjiku, quienes no pueden evitar la mirada curiosa fija en el pequeño híbrido en brazos de su líder.

—¿Quieres que llame a Shinichiro? —Pregunta Kakucho cuando suben al elevador, observando como Izana pasa sus dedos por el cabello de Takemichi, entre sus orejitas puntiagudas, para dormirlo rápidamente.

—Sí, creo que tiene algo que ver. Ha estado mucho con Michi estos días y debe saber porqué Mikey ha actuado como un imbécil con el cachorro.

—No tiene mucho sentido, Mikey está obsesionado con Michi, nunca pensé que el zorrito huiría de él. —Murmura Kakucho mientras marca el número del hermano mayor de Izana. Rápidamente le cuenta lo sucedido y cuelga. —Quiere que vayamos al taller.

—Bien.

—¿No deberíamos ir a tu casa? Creo que Mikey estará enloqueciendo sin saber dónde está el pequeño zorrito. —Murmura Kakucho confundido, pero Izana lo ignora, sin responder, en camino del taller de Shinichiro.

No tardan mucho en llegar, y cuando entran, Izana ignora a Inui y Kokonoi, y se encamina hacia el despacho, donde sabe que su hermano lo está esperando. Enarca una ceja cuando ve como Shinichiro se aleja de un salto de Wakasa.

—Shin, voy a matar a Mikey.

El zorro de ojos azules |TOKYO REVENGERS|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora