Ya habían pasado tres semanas y hoy me tocaba volver. Decidí quedarme un poco más de tiempo, perdí cinco años sin saber de mi familia, no podía simplemente volver a irme, necesitaba más tiempo y lo tuve, hoy me toca volver. Me despedí de mi madre y mi abuela. Stacy y Aarón me acompañaron al aeropuerto.
—Te vamos a extrañar —sollozó Stacy—. Por favor, háblame.
—También los extrañaré —se me escapó una lágrima—. Les hablaré en cuánto pueda.
Los abracé, luego me despegué de ellos, agarré mi maleta y avancé sin mirar atrás. Sé que si miro atrás no voy a querer irme. Subí al avión y esperé a que despegara.
Durante estas tres semanas estuve saliendo con Aarón y Stacy, ésta última me acompaño al médico para hacerme análisis para confirmar el embarazo, estuve haciendo cálculos hace dos meses y llevaba 8 semanas de embarazo, por ende, actualmente tengo 10 semanas de embarazo, la panza ya se había comenzado a notar un poco. Estoy realmente feliz por el embarazo. No estaba planeado, no lo esperaba, pero sé que este bebé llegó en el momento indicado, porque yo ya quería tener un hijo y estoy segura de que Philip estaría muy emocionado ya que él también quería hijos.
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Llegué a la casa y me sentí extraña. No había nadie y por la hora que era, Philip debería de estar en casa. Fui a la habitación y la maleta de mi esposo estaba ahí, ¿será que volvió hace unos días?, ¿demoró más tiempo del planeado? No lo sé, pero algo me dice que esto no es normal. Salí de la habitación y me encontré a la reina en la sala de estar que al parecer, acababa de llegar.
—Por dios, Diana, ¿dónde has estado? —me miró alarmada y preocupada.
—Fui a visitar a mi familia —hice una mueca—. Lo siento Sofía, necesitaba hacerlo.
—Te entiendo Diana, pero podrías haber avisado, no te lo íbamos a prohibir.
—Para la próxima, iré con Philip —sonreí—. ¿Dónde está él?
—Está en mi casa —respondió con una mueca—, creyó que lo habías dejado.
—Jamás lo dejaría —le dije a la reina—. En caso de dejarlo, se lo diría directamente y no huiría.
—Philip tuvo intenciones de ir a buscarte a Uruguay, pero yo le dije que no, porque si tú te fuiste era una clara señal de que querías ser libre —contó.
—Si, me fui, pero porque quería ver a mi familia, no tenía intenciones de dejar a Philip, incluso tenía pensado volver hace dos semanas, ya que la idea era irme por una, pero es mi familia, no podía dejarlos, quería quedarme un tiempo más con ellos —me encogí de hombros. Está claro que si me hacen elegir entre mi familia de Uruguay y mi familia de Italia, elegiría a la primera siempre.
—Te entiendo Diana, pero no nos avisaste y no sabíamos absolutamente nada de ti —habló—. Aún así, llegar contigo a casa va a ser muy reconfortante para Philip.
—Entonces, vamos —pedí—. Necesito verlo, lo he extrañado mucho.
No solamente lo he extrañado, también quería verlo y contarle sobre el bebé. Estoy muy emocionada por ver su reacción. Caminamos hacia afuera de mi casa y nos subimos al auto donde Robert conduce.
—Buenas noches Robert —saludé—. ¿Está mejor?
—Si, muchas gracias por preguntar —sonrió.
La última vez que supe de él fue hace aproximadamente un mes o más. Estaba enfermo y él aún no había regresado a trabajar cuando decidí irme.
Llegamos al castillo, comencé a caminar y antes de entrar la reina Sofía me detuvo.
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Una situación inesperada
RomanceDiana Howell, una chica Uruguaya que siempre tuvo miedo al compromiso, odia cualquier cosa que se relacione al amor, aunque toda su vida se idealizó tener una familia con el chico "perfecto". Philip Conway, un chico Italiano que está en busca de su...