VIII. ¡Es papá!

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«Gulf»

Y entonces ahí estábamos Nayla y yo, ella sentada en el suelo mientras cambiaba de ropa a su par de muñecas y luego les colocaba un par de vestidos bastante bonitos, de color blanco, con detalles rosas, ajustados y de tirantes delgados, en cuanto los vi en aquella tienda, no dudé en comprarlos, porque como siempre, ese par de muñecas visten mejor que yo. Veo atento como ella se entretiene haciendo eso pero de fondo puedo escuchar como la puerta del baño es abierta.

No puedo creer que se haya puesto de esa manera. Maldito embustero. Que le compre su teatro quién no sepa que es un abandona hijos.

Mirandole avanzar, me ve por un segundo pero al mismo tiempo se sienta sobre el sillón, frotando sus manos en su pantalón, abre los labios como si quisiera decir algo pero traga saliva.

-- Perdí un día de trabajo, Mew... -- le veo molesto -- tengo muchas cosas que hacer así que hazlo o vete.

Suspiró.
Yo negué pero volteé a ver a Nayla, la cual ya había terminado de vestir a sus muñecas.

-- ¡Mira! -- me sonríe -- ¡Si le quedaron papá! ¡Gracias por comprarlos!

Sonreí alegre y abrí mis brazos al ver cómo se levantaba para venir hacía a mi, dándome un abrazo tan grande que Mew interrumpió.

-- Son lindas... ¿Te gustan mucho tus muñecas?

Le pregunta al verla y Nayla sonríe.

-- Sip.. papi y tía Dydy me las regalaron...

Mew sonrió, le miró un momento para después bajar la vista.

-- Yo... -- parecía que iba a tartamudear. -- ¿Qué piensas de mi? Nayla..

Entrecerré los ojos pero escuché atentamente lo que mi hija iba a decir.

-- Que eres muy grande.. -- abre sus brazos al sonreír.

-- ¿Te caigo bien..? -- arruga su frente

-- Sip...-- asiente -- Aunque papi y tú hayan peleado, eso no importa, jazmín y yo a veces también lo hacemos.

Mew sonríe, me ve por un momento pero luego vuelve a verla.

-- Tu... -- se le cortó la voz -- Tu.. ¿Quisieras conocer a tu otro papá..?

Su voz se hizo aguda y cuando terminó la pregunta, apenas pudo completar la frase sin que su voz se haya ido.

-- ¿Otro papá? -- me miró ella confundida.-- tu dijiste que solo te tenía a ti.

Ahora yo me hice pequeño pero mis ojos se agrandaron. Sentía la mirada de él, y claro que podía darme el lujo de decir que era de ese modo. Pero me puse de pie, por ella, por su carita que ahora tenía un millón de preguntas en sus ojos, sentándome a un lado de Mew, tomé la mano de Nayla para así acercarla a nosotros.

Estaba sudando, en verdad no sabía que decir y volteé a ver a ese tipo que tenía la culpa de todo, esperando que dijera algo inteligente, sus ojos estaban acuosos y casi le golpeé para que se relajara. Tampoco para mí era fácil.

Porque, ¿Qué iba a decirle?, ¿Qué Mew era su papá cuando le dije que solo nos teníamos a ambos?, ¿Qué va a pensar?, ¿Qué le voy a decir?, Mi pierna empezaba a moverse y sus ojitos de color negro, nos veía de lado a lado con su boquita apretada.

-- P'Mew... ¿P'Mew es papá?

Dijo ella como si me hubiera pedido agua y sentí todas la palabras en mi garganta, mirando a Mew, el cual tenía los ojos casi afuera de sus párpados y tragué saliva.

-- Amor... -- le vi

-- Si, si lo soy... -- Mew me robó la atención y Nayla le volteó a ver, apretando una de sus muñecas en su pecho, me miró un segundo pero después le volvió a ver -- Yo... Yo soy tu papá...

¡PAPÁ EN APUROS!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora