XVI. Tonta

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«Gulf»

Suspiro al recoger los platos porque después de cenar, Nayla se queda sentada en su sillita alta frente al comedor, cambia de ropa a sus muñecas, colocándoles un traje de buzo muy lindos pero no se ve animada como todo el tiempo, está triste, la conozco. Incluso hoy no quiso salir a jugar con Jazmín en el recreo, me lo dijo mamá, eso se lo había dicho su maestra y le pidió hablar con ella.

Me parte el alma verla tan decaída, que yo quisiera partirle la cara al idiota de Mew.

-- Amor... -- le veo al terminar de lavar el par de platos -- ¿Sigues triste?

Niega.
Yo suspiro y es que han pasado cuatro días desde que Nayla no quiere saber nada de Mew, le huye en las llamadas, cuando antes salía corriendo al escuchar el teléfono sonar para que se lo diera. Solo sé por ella y por Mew que le exigí decirme lo que pasó, ambos dijeron que le gritó porque no se daba prisa al amarrar las agujetas, y la hizo llorar.

Me dolía en el alma aquel día, verla sollozar en mis brazos mientras estábamos en la cama, acariciaba su cabello, besaba su mejilla y aún así nada le consolaba hasta que se quedó dormida.

Trato de acercarme de nuevo, para insistirle si es que acaso alguna otra cosa pasó pero el teléfono suena, Nayla baja de la silla en un brinquito, y se va junto con sus muñecas a la sala.

Al terminar la llamada, di algunos pasos para salir de la cocina, al llegar a la mesita de centro donde ella estaba, alzó su cabecita y me miró con atención.

Pensó que de nuevo era Mew llamando pero era Dydy preguntándome si iría este fin de semana a casa de mamá, Mew llamó hace un rato, pidiéndome hablar con Nayla pero ella dijo que no. Además, quería llevarla a conocer a sus padres y creo que con todo esto, no era una buena idea.

Suspiro.
Y no es como que yo jamás lo haya echo, pero para Nayla, Mew es diferente, era su papá igual que yo, claro que sí, pero ella lo veía como alguien amoroso, que le consentía todo, y tal vez fue muy sorprendente para ella que él se portará así. Que le gritara.

Me senté en el suelo a su lado y mordí mi labio.

-- Estoy seguro que Mew no quiso gritarte.. -- la veo -- Él no sabía que tenemos problemas con las agujetas, fue mi culpa por no decirle...

Seguía viéndola, con la esperanza de que dijera algo pero no lo hizo.

>> Nayla... -- le vi preocupado -- Puedes contarme todo, lo sabes, si pasó algo más, dímelo, no va a pasar nada y te juro que yo siempre estaré aquí... Mew.. -- le miré -- ¿Te golpeó o algo así? ¿Te dijo que no me dijeras que pasó?

-- No. -- dijo rápidamente al verme y asentí -- solo eso...

-- Entonces.. ¿Por qué no quieres hablar con él?, ¿Hum? Hace unos días solo querías hablar con Mew, ¿Qué pasó?

Ella negó, se puso de pie dejando a sus muñecas en la mesa y se acercó a mi, dándome un abrazo tan grande que solo hizo que me preocupara más.

¡Lo voy a matar cuando lo vea!

-- P'Mew... P'Mew ¿Cree que soy una tonta verdad? -- me ve con su carita mojada

-- ¿Cómo?

-- Si.. él cree que soy una tonta, papá...

-- ¡¿Él te dijo eso?! -- dije muy molesto.

Ahora si, es hombre muerto.

-- No, pero.. -- solloza -- Es que... No sé amarrar las agujetas y... P'Mew debe de pensar que soy una tonta papá..

Oh...

Suspiré.

-- Mew no piensa eso... -- negué

-- Si.. si lo piensa -- lloraba más -- ¡P'Mew no va a querer verme otra vez!

¡PAPÁ EN APUROS!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora