¡PAPÁ EN APUROS!

XII. Recuerdos

«Mew»

Termino de peinarme, acostado en mi cama, tras de mi P'Tull está metido en su teléfono, con alguien se escribe porque no deja de reírse y mover sus dedos sobre las teclas que estoy seguro que si fueran fisicas, ya se hubieran acabado.

Pero está aquí, según vino a visitarme pero se me pasó decirle que hoy tengo una cita. Una cita con una personita que se ha vuelto lo mejor de mi vida y además Tull dice que se parece a mi.

Este viernes que fue una de las mejores presentaciones que e visto y cuando le llamé por la noche, estuve en silencio casi toda una hora porque ella no paraba de contarme todo lo que hizo en casa de su abuela, lo que comió, lo que la consintieron, me encanta verla tan feliz que no pude evitar preguntarle a Gulf si es que podía llevarla al siguiente día a algún lugar, claro que me rechazó, me dijo que trabajaba y que salir de noche no era una buena idea, era muy tarde para ella.

Lo acepté, pero recordé que el domingo era día libre y Gulf no pudo negarse. Por eso estoy aquí, a las tres de la tarde, terminando de arreglarme para ir a comer y tal vez ir a ver una película, ir a algún lugar para niños o a la luna si ella quiere.

Sonreí un poco pero una carcajada me hizo ver a través del espejo. Tull actuaba raro.

-- ¿Con quién hablas? -- alcé una ceja, pero me ignoró -- Phi... ¡Ey!

Le grité y él se asustó, mirándome confundido, volví a preguntarle y solo negó.

-- Mi nuevo compañero... -- resta importancia

Sonreí burlón pero me aventó con la almohada.

>> Max es lo un amigo, quita esa cara.

Le volteé a ver, acercándome a mi cama, tomé mis cosas para irme pero antes de hacerlo, recordé a León.

-- Hablé con Leo.. el viernes -- le miré serio

-- ¿Con León? -- se asombra -- ¿Y?

-- No me gusta. -- le afirmé -- se escuchaba raro.. lo sé, por más que trataba de estar feliz.. te juro que se oía extraño, algo me oculta y me preocupa...

Suspira.

-- Está bien estoy seguro.. -- me calma -- si estuviera mal ya te lo hubiera dicho, ¿No?

-- Eso creo.. -- negué

-- Vamos, Mew -- se levanta de la cama, acercándose a mi, palmea mi hombro y le veo -- León es muy fuerte, esa enfermedad no podrá con él. Tal vez fue un mal día, o pasaba por algo, no pienses de más y deja de llamarlo Leo que él lo odia.

Me rio un poco porque se que es así, al principio, cuando recién lo conocí, no podía pronunciar su nombre y lo acorté, pero a él no le gustó, desde entonces le llamo así solo para molestarlo.

"No me pongas apodos, aquí no hacemos eso."

Me rio al recordar.

Fue mi primer amigo cuando llegué a Suiza y hasta el momento uno de los mejores, lo quiero mucho y claro que me preocupa su salud, cuando me confesó que tenía Lupus hace dos años, lloré a su lado casi toda una noche.

-- Entonces, ¿Te quedas? Ya tengo que irme -- veo a mi hermano

-- ¿Me traes cena? -- me pide -- creo que me voy a quedar aquí, me da flojera regresar, mejor me quedo y ya veo que hago...

-- Bien..

Le sonreí y me despedí de él, dejándolo de nuevo en mi cama, con su teléfono en las manos y riéndose como idiota.