¡PAPÁ EN APUROS!

IX. Ya no...

«Mew»

-- Y entonces el gran lobo ¿Sabes que hizo? -- exagero mi voz -- ¡Estaba a punto de comerse a caperucita roja pero ella fue más inteligente! escapando, ¡luego llegó el leñador en ayuda y así ambos rescataron a la abuelita también!

Decía emocionado de lo que poco recuerdo de ese cuento infantil, no sé si es que acaso va de esa forma, pero Nayla parecía muy entretenida con mi gran "historia".

-- ¡¿Y qué pasó con el lobo P'Mew?! -- me dijo preocupada

-- Bueno.. se llevó una gran lección, y nunca jamás volvió a ser tan mentiroso. El leñador y caperucita lo llevaron a la cárcel.

-- Oh... -- casi la veía sonreír

-- Amor, ya es tarde, a dormir.

Escuché a Gulf y por inercia miré el reloj colgado en la pared de la cocina, estaba terminando de hacer la cena mientras que Tull me miraba raro al escucharme hablar por teléfono con Nayla, pero es que no me e despegado ni un momento de ella, desde hace una semana que esto empezó, e ido a dejarla a la escuela junto con Gulf y por las noches, él me deja hablarle antes de dormir.

Ya que son las nueve, siempre nos corta llamada pero entiendo que tiene que dormir, no desvelarse.

Y no lo puedo creer, todo lo que me pasa, como me siento cada que escucho su voz dulce, no voy a rendirme hasta que de su boquita salga un "papá".

-- P'Mew.. papá dice que es tarde.. -- la escucho -- ¿Irás mañana a llevarme a clases?

-- Necesito hablar con papá, ¿Me lo pasas un momento cariño?

La oí decir que "si" aunque un quejido me hizo saber que él no quería tomar la llamada, contestando de mala gana, Gulf suspiró.

-- ¿Qué?

-- Hum... -- negué -- Mañana, no podré ir a dejarla a clases... Yo.. entro a trabajar a las siete y ya me han llamado la atención...

-- ¿Es todo? -- sentí que me ignoró

-- Solo te lo digo porque no quiero que mal entiendas...

-- Dicelo a Nayla, por mi tu puedes hacer lo que se te de la gana.

-- No me parece que me hables así enfrente de ella. -- me recargué en la barra.

-- Estoy en la sala. -- dice irritado -- Y a solas te puedo hablar como yo quiera

Suspiré -- Bien, entonces pásamela...

Ni siquiera me contestó, escuché pasos, un "te habla de nuevo" y la vocecita de esa niña me hizo sonreír. Al menos a alguien tras el teléfono le gustaba oírme.

-- Cariño.. no podré llevarte a clases... -- no me dijo nada -- lo que pasa es que en el trabajo me han llamado la atención, yo entro a las siete, y esta semana me e escapado un poco y eso está mal... Pero te prometo que cuando pueda, estaré ahí lo juro.

-- Hum... -- parecía que pensaba -- pero... ¿Vas a llamarme?

-- Todos los días amor. -- sonreí -- también puedo llevarte a algún lado si Gulf nos deja.

-- ¡Si! -- casi gritó

-- Nayla... -- escuché a Gulf -- es tarde..

-- Bueno. -- sonreí -- Házle caso a papá... Duerme bien y sueña bonito, ¿Prometes portarte bien?

-- Yo todo el tiempo -- rio suavemente -- también sueña bonito.

-- Adiós cariño.. buenas noches..