꧁Cap. 9꧂

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★¸.•☆•.¸★ Historias del mar Afrodita ★⡀.•☆•.★

Uraraka se encontraba caminando por los pasillos de la fortaleza -ya que Katsuki junto con Tsuyu le habían enseñado cada rincon de la fortaleza tantas veces que incluso sabía dónde se encontraba cada habitación, joya y pasillo- viendo como los sirvientes del rey corrían por todos lados tratando de cumplir las órdenes de su soberano y, no era para menos. El equipnocio de primavera estaba próximo en llegar y sabiendo que sería la primera celebración que la reina del Nirvana presenciaria, todo debe quedar impecable -según las órdenes de Katsuki a su servidumbre- y el mismo rey supervisaba el avance del festejo para celebrar el equipnocio y la llegada de su reina. Una celebración realmente importante.

Entonces Uraraka había estado la mayor parte de tiempo en su habitacion leyendo los libros que Katsuki le había otorgado, platicando con Tsuyu o incluso, acompañando a Iida en sus entrenamientos diarios, pero, justo en ese instante no sabía que hacer.

De pronto, una aleteó la hizo voltear y al ver a Mina en su forma de hada sonriendole de manera agradable hasta alegre, se sento en su hombro y dijo en un tono burlón sin quererlo:

—¿Por qué anda tan sola, mi reina?— dijo Mina con su tintineante voz de cascabel de navidad.

—Bueno... Katsuki a estado algo ocupado con las preparaciones para el festival de primavera y la verdad no he tenido mucho que hacer sin él. Se supone que el alegra mi día— dijo Uraraka sonrosandose por lo último.

—Mi reina, tiene que comprender la situación. Este es el primer festival que nuestro rey comparte con usted, es obvio que necesita ponerle toda su atención para que sea especial.

—Pero, está tan concentrado en complacerme que incluso, se olvida de mi— dijo Uraraka sentándose en una saliente de roca mientras miraba la inmensa fosa de fuego que se encontraba frente a sus ojos.

Mina meditó un momento el problema de su reina hasta que soltado un pequeño brillo al ocurrirle una idea, Mina dijo alegre:

—¿Quieres conocer la playa Afrodita?— soltó Mina de repente.

—¿La playa Afrodita? ¿No es donde se reúnen las sirenas?— preguntó Uraraka algo temerosa. Aún creía que no olvidaban la situación de Iida.

—No se preocupe, mi reina— dijo Mina notando la inseguridad de la castaña —Ellas sólo tienen resentimientos contra Iida, no con usted, y si su majestad desea ir sola a conocer a la general de las sirenas, no tiene porque preocuparse— Uraraka lo pensó un momento.

Por algo Katsuki le había dado el honor a Iida de ser su guardia personal y no podía pisar pie fuera de la fortaleza sin Iida a su lado o Katsuki en el otro, pero, pensando la situación que su general tiene con las sirenas, supuso que lo más prudente era ir sola para no provocar un alboroto.

Mina vio la afirmación de Uraraka sólo con mirar su rostro y celebrando dando vueltas alrededor suyo, la puso en marcha junto a ella para ir al mar Afrodita.

Uraraka, después de evadir varios tumultos de gente incluso al mismo Iida que pasaba por ahí a en busca de su princesa, la reina, estando apunto de llegar al establo para sacar su corcel y comenzar a cabalgar alado de Mina para llegar al mar Afrodita pero, su mala suerte terminó por hacerla toparse cara a cara con el rey del Nirvana, y viendo a Uraraka con intenciones de entrar al establo y con Mina saludandolo como si nada, simplemente comprendió que ambas irían algún lugar para divertirse un rato y preguntando a donde se dirigía, Uraraka respondió alegre:

—Vamos al mar Afrodita, Katsuki— dijo Uraraka animada.

—Regresaremos antes del anochecer. No te preocupes, la cuidaré bien— dijo esta vez Mina compartiendo la alegría de Uraraka con cada palabra. No todos los días tienes a tu disposición a una reina.

El Nirvana de los Mares (Kacchako)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora