El Nirvana de los Mares (Kacchako)

꧁Cap. 28꧂

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ℙ𝕋. 𝟙

En el silencio de una noche que simulaba estar en calma, Jirou corria por los bosques y praderas dejando atrás el mar Afrodita para poder llegar a la Fortaleza del Fuego del Dragón llevando consigo a la general de la tribú de las sirenas herida e inconsciente después de una larga batalla con los barcos que se avecinaban a la costa.

No estaban preparadas para su llegada, tanto que un ejército de sirenas fue reducido a cenizas en sólo un parpadeo, ahora el océano se tiñe de la sangre de sus hermanas y las pocas que alcanzaron a escapar, ahora esperan refuerzos en la costa del Nirvana en un intentó desesperado de proteger y dar la vida por su reino. Un juramento que cumplirán hasta en la muerte.
Jirou no se encontraba en las mejores condiciones pero aún podía moverse para llevar a Yaoyorozu a resguardarse en el tal vez, el lugar más seguro en este instantes.

Cuando la vió casi muerta en aquel instante flotando a la deriva en aquel mar cubierto de sangre, aunque sonará egoísta, no dudó en nadar hacia ella, tomarla y llevarla a la costa aún cuando sabía que sus hermanas peleaban a muerte en el límite del Nirvana. Sabía que se arrepentiria en algún momento, de no morir al lado de sus hermanas como una cobarde pero, en ese instante, lo único que quería era salvar a Yaoyorozu, por una promesa que le hizo a Todoroki una vez.

"Sí algo ocurre, si alguien atravesar la frontera y acaba con la primera defensa, olvida todo y saca a mi esposa de ahí... Porque si ya no la tengo a mi lado... Yo moriría junto con ella"

Por fin, logró divisar la montaña a lo lejos, y lanzando un grito de advertencia que despertó a todos los habitantes de la montaña, alcanzó a ver como un dragón descendió hacia ellas y al ver a la general y a su segunda al mando en ese estado, preguntó que había sucedido.

—Llevame con el rey. La primera barrera a caído... La Unión se dirige a la isla.

(...)

Cuando un grito atróz retumbo entre las paredes de la fortaleza, Katsuki despertó de golpe al igual que Uraraka mirandose confundidos y no perdieron tiempo para levantarse y salir de ahí en busca de la conmoción.

Katsuki corría por los pasillos seguido de Uraraka, quien lo miraba confundida y asutada pensando en todos los escenarios que podían ocasionar aquel gritó pero... sus respuestas llegaron al ver a Jirou herida y sucia arrodillandose ante su rey y diciendo:

—¡Rey mío, la primera barrera a caído! La Unión logró atravesar el limite del Nirvana— al oír eso, las palabras de la Madre llegaron a él.

"El rey Uraraka pronto enviará un barco para hallar a su primogénita y, en ese barco, estarán los peores cazadores de la Unión que hayan en la faz de la tierra... En ese barco... Ella vendra y en definitiva, ya no es la misma niña que conociste alguna vez. Es una cazadora, sanguinaria y demente como sólo la humanidad la puede convertir, con sólo un objetivo en mente, llevarse a la reina"

Katsuki apretó sus puños en una mueca de ira y fustración. Creyó ingenuamente que ese día aún no llegaría... Pero, fue un idiota al creer aquello.

—¡¡¡KIRISHIMA!!!— llamó con aquel rugido característico de un alfa haciendo que él dragón rojo llegará de inmediato ante él mostrándole respeto a su rey bajando la cabeza en inclinación hacia él —Prepara las tropas. La prioridad en este momento es proteger a la reina y evitar que llegue a la fortaleza. 2/5 de estas se quedarán custodiando la montaña y las demás junto conmigo iremos a pelear al frente. ¡Mientras ustedes dos...!— gritó Katsuki volteandose frenético a Jirou y a Iida -quien acababa de llegar junto a su reina por el alboroto que se propinaba en el exterior de la fortaleza- quienes se sobresaltaron ante el tan repentino gritó del rey —Ustedes custodiaran a la reina. No dejarán que nadie entre a su habitación aunque den al vida por ella— Jirou e Iida se miraron un momento.