꧁Cap. 29꧂

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ℙ𝕥. 𝟚

Durante la noche, una tormenta eléctrica azotó la fortaleza, asustando a cada momento a Uraraka sin lograr pegar un ojo.

En este momento se encontraba observando a través de la ventana, colocando su mano en el frío cristal mientras la fuerte tomenta azotaba su exterior mojando el cristal con aquellas gotas heladas.

Uraraka miraba y miraba y no podía ver más allá de un sin fin de árboles que se perdían en las gotas de lluvia. Esperaba que tan solo pudiera estirarse un poco más para ver a su prometido al frente en la costa Afrodita pero, por más que trataba era ingenuo pensar que alcanzaría a mirarlo.

Las gotas caían y caían y la castaña de mejillas rosadas se preguntaba como estaría su amado. ¿Estaría bien? ¿Se había refugiado del clima cruel? ¿La extrañaba?

De pronto un relámpago seguido de un horrendo trueno que sacudió los cristales por lo fuerte que fue asustó tanto a Uraraka que cayó al suelo mirando con horror el exterior, como si aquel trueno era el presagio de algo horrible que se les avecinaba.

Uraraka no pudo más y ocultando su rostro entre sus piernas, sollozo mientras unas lágrimas se rebalaban de sus ojos desesperada. ¿Qué sería de ella y su prometido en la guerra? ¿Acaso lo volvería a ver y cumplir la promesa que ambos hicieron?

—Ochako...— otro relámpago sonó pero ni el estruendo del fin de un mundo pudo apagar el sobresalto de su corazón al oír aquella voz ronca y masculina que lo llamaba y levantando su vista mientras veía con su vista nublada la figura distorsionada de Katsuki.

De un momento a otro, sintió como era rodeada y atraía hacia el gran rey del Nirvana y al sentir su calor abrazar inundar su piel, lloró como nunca había llorado en el pecho del rey oliendo su esencia y sintiendo su cariño.

—Katsuki... yo... No quiero que mueras lejos de mi— sollozo Ochako mientras se aferraba fuertemente a la capa del rey.

—Ochako... No llores por cosas que no van a pasar— dijo el rey dando suaves caricias a la espalda de la reina —Yo soy el gran rey del Nirvana de los Mares y tu prometido. No moriré antes de cumplir nuestra promesa.

—Katsuki... yo... t-tengo... miedo— dijo a duras penas la hermosa castaña mientras una nueva lágrimas bajaban por sus mejillas rosadas.

—Yo... también lo tengo, Ochako pero, no por eso permitiré que el miedo me domine. Yo prometí volver contigo y aunque toda la tierra media junto con la Unión entera estuviera en mi contra, yo siempre saldría triunfante y... ¿sabes por qué?— Katsuki levantó suavemente su barbilla y alconectar aquellos ardientes rubíes con las dulces avellanas de Uraraka, dijo formando aquella sonrisa arrogante y llena de orgullo que Uararaka tanto amaba de él:

—Por qué tengo algo que nadie más tiene— entonces pasando mano hasta pasarla en su mejilla dijo mientras se acercaba —Una reina que espera mi regreso...— y mientras otro relámpago sonaba a lo lejos, Uraraka sonreía entre lágrimas en un dulce sueño que le ha sido otorgado por el destino para calmar sus ansias.

Mientras en el otro lado del Nirvana Katsuki sonreía dulcemente en sueños al poder soñar con su reina, al haberse quedado dormido en medio de los planes para el ataque del Nirvana justo en el momento en que Ochako se durmió.

El Nirvana de los Mares (Kacchako)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora