Capítulo 7

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02 de agosto, 2017.

El día del campamento.

Había pasado una semana desde el día que Manuel nos presentó a sus dos amigos: Mauro e Ignacio. Desde el primer momento nos hemos llevado muy bien y con el tiempo se ha formado una hermosa amistad.

Al día siguiente de que me entregaron mi departamento, comencé a alejarme de Mauro. La primera vez no le dieron mucha importancia, pensaban que se me trataba de un mal momento, pero los días pasaban y eso los comenzó a tomar por sorpresa, había momentos en los que me preguntaban lo que pasaba, nunca les daba una respuesta. Es que no sabía cómo explicarles la maldita situación en la que me encontraba.

Mauro me cae mal. Eso es lo que ellos piensan y solo me queda decir que es verdad, cuando solo es una mentira, pero así no tengo que estar respondiendo sus preguntas. Nunca me había sentido tan acorralada en una situación de este tipo. Él comenzó a ponerse a la defensiva, me hablaba de manera seca y ahora puedo decir que nos caemos mal.

Es por nuestro bien, cariño.

Camila ha tenido muchas oportunidades para acercarse a Mauro y las ha aprovechado como debe. No es tan tímida como pensaba. Ellos se están volviendo muy unidos y cada vez me doy cuenta del cariño que surge. En cualquier momento nos van a decir que han decidido intentarlo.

Ellos pueden tener mucho cariño para el otro, pero hay algo que me hace pensar que ninguno es sincero o que tal vez no durarán mucho.

El día de hoy haremos el campamento que los chicos organizaron hace una semana. No me siento muy emocionada por estar ahí, las cosas se sienten extrañas e incómodas, pero una parte de mí quiere estar ahí y la otra solo quiere quedarse en la cama, viendo series.

–Mariana. –Camila, murmuró– ¿Qué tienes? Te veo muy apagada.

–No tengo nada, Cami. –respondí, sin alguna expresión– Estoy apagada por mi ahorro de energía. –Me dio una mirada y soltó una risa.

–Puede que las cosas sean así como dices. –no lo menciones, por favor– Te veo muy diferente desde que conocimos a Mauro. –mierda– Mari, entenderé si tú sientes algo por él...

–Camila, no empieces tu también. –interrumpí, fastidiada– No siento nada por él y nunca lo sentiré. Muchas veces les he dicho que hay algo en él que me cae mal y sé que nada va a cambiar.

Odio interrumpir a las personas cuando hablan, pero en esta vez era algo muy necesario.

–Mari, no es por nada, pero estás como él. –me dio una mirada y me cruce de brazos– Los dos están a la defensiva. Se menciona un tema que los involucre y se ponen a la defensiva, como si se sientieran amenzados.

No me siento, lo estoy.

–No sé si recuerdes, pero él y yo nos caemos mal. –suspiré– Por eso tenemos esa reacción con el otro.

Ella me dio una mirada, no estaba muy convencida de mis respuestas, seguiría con el tema, pero la verdad es que yo estaba cansada. De una u otra forma todos me han acorralado con ese tema y cada vez todo es mucho más incómodo.

Después de unos minutos, los chicos terminaron de subir las cosas a la camioneta de Manuel, nos dieron una mirada, subimos al auto y comenzó a conducir hasta nuestro destino.

Me comenzaba a arrepentir de aceptar este viaje, pensaba que las cosas no se pondrían peor, pero iba en los asientos de atrás. Camila estaba al otro lado, cerca de la puerta y Mauro estaba en medio. ¡Qué gran plan, chicos!

Cómo los minutos pasaban las cosas se sentían más incómodas, sentía una pequeña ola de nervios recorrer mi cuerpo y lo peor de la situación; Mauro daba pequeños golpes a mi pierna con su rodilla, se los devolvía pero intentaba hacer que se detuviera. Parecía que le divertía hacer eso o ponerme de mal humor.

Dulce Traición • Lit Killah Donde viven las historias. Descúbrelo ahora