Dulce Traición • Lit Killah

Capítulo 13

19 de diciembre, 2017.

Había pasado un mes desde el día que Mauro vino a darme una respuesta a mi propuesta de ser algo más que amigos. Desde ese día nos volvimos muy unidos, pero mi amiga y yo comenzamos a alejarnos sin alguna razón (o quizás sí). No hay ningún problema, creo que así las cosas están bien.

Después de unos pocos meses muy pesados en la escuela, por fin llegaron las vacaciones que tanto esperaba. Cuatro semanas, según lo que nos dijeron, pero el semestre terminó y eso significa regresar hasta febrero.

Faltaba menos de una semana para que fuera navidad, no me sentía emocionada como otras veces, ese día quería estar en mi departamento sin hacer ningún plan, pero mi familia quería que estuviera con ellos, más bien, me estaban obligando.

El día de hoy me encontraba en el departamento, solo con una bata para dormir, sin brassier y solo mis bragas, mientras que disfrutaba mis vacaciones. Mauro vino a visitarme y a mostrarme uno de sus nuevos temas, por lo que me había dicho se estrenaría en enero.

–¿Y bien? ¿Qué te parece? –Preguntó, ansioso y sonreí.

–Me gusta mucho. –respondí, sincera– Es un buen tema, lo sabes bien.

Él solo asintió para después darme una sonrisa y suspirar. Estaba tranquilo y emocionado por su tema. Me gustaba verlo así, disfrutaba ver esa felicidad.

Mauro tenía una de sus manos en mi pierna, se puede decir que estaba un poco cerca de mi intimidad, "accidentalmente" su dedo rozaba conmigo, pero sabía cuál era su intención. En un mes comenzamos a tenernos un poco más de confianza, las cosas eran más divertidas, éramos más románticos y nos mostrabamos como realmente éramos.

Desde el primer día lo que hemos hecho es disfrutar al máximo nuestra compañía. Mauro casi siempre está viajando por cosas de su trabajo y si no es eso, está con su novia. Yo estoy estudiando la mayor parte del tiempo y en las últimas dos semanas he conseguido un trabajo muy bien pagado, solo por ser una mesera de medio turno.

–¿Qué le dijiste a tú novia? ¿Qué excusa le diste? –Le pregunté, curiosa.

–Ella salió de viaje con su familia, me invitaba, pero le dije que no podía porque me sentía cansado. –respondió e hizo una pausa– De hecho llegué a pensar que te había invitado y por eso no fui, para que no sospechará.

–Camila no me dijo nada sobre su viaje. –contesté e hice un puchero– Nos alejamos un poco y todo surgió hace tres semanas. No hemos hablado y en la escuela se dedica a ignorarme.

–Tal vez ya sabe que te estás comiendo a su novio y ahora te odia. –soltó una risa– Se alejó con una intención: quiere que te sientas mal y que le confieses el pecado.

–Mauro, no es divertido bromear con ese asunto, aunque todo puede pasar. –le di una mirada de preocupación– Lo que menos queremos es que sospeche que estamos juntos. No te imaginas el problema que se nos va a armar.

–Cambiando de tema. –tomó una de mis manos y sonrió– Me he dado cuenta de que cuando estás de mal humor o te hago enojar me dices Mauro. Tú siempre me hablas con cariño o al menos me dices Mau. –Solté una risa.

Me lo estaba reprochando como un niño pequeño, me daba ternura verlo actuar de esa forma. Camila decía que era un inmaduro al hacer eso, no hace daño hacer gestos o actuar de esa forma. Ella se está volviendo un poco tóxica, controladora y posesiva, a estás alturas no me sorprende, se cree la reina del universo.

–Me gusta tratarte con cariño, queda con tu personalidad de niño pequeño. –volví a reír y le di un corto beso– Ella es la novia, pero parece que no, te habla muy golpeado y sin apodos de cariño.