Capítulo 25

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11 de agosto, 2018.

El tiempo pasaba rápido, el amor cada vez era más fuerte y presente, mientras que el dolor comenzaba a desaparecer.

La muerte de mi abuela ha sido una de las cosas que más me ha dolido en la vida, sentí como si me hubieran arrancado una parte de mi alma y mi mundo se volvió gris. Sabía que en cualquier momento pasaría, pero no esperaba que fuera tan pronto. Teníamos tantas cosas por realizar.

Hace unas semanas (dos, tal vez) he decidido dejar de pensar en su muerte y ya no atormentarme por eso. Quiero que ella esté en paz, me quedaré con los buenos recuerdos y estaré tranquila. Mi abuela fue lo mejor de mi vida y agradezco haber aprendido bastante.

Mauro estuvo acompañándome en mi dolor durante una semana, después nos separamos porqué tuvo que viajar a Argentina, tenía trabajo por realizar. Semanas después sacó un nuevo tema, bufón, uno de mis favoritos.

Hace una semana hablamos y llegó a mencionar que llegará el día de hoy en la tarde. Sabía que aprovecharía cualquier momento para venir.

El día de hoy decidí que era un buen día para hacer el super. Mi hermano me acompañó, quería salir a tomar un poco de aire y distraerse. Él era la mejor compañía que tenía al hacer la compras y sin olvidar que me ayudaba a cargar.

–¿Crees que a tu novio le guste tu cambio de look? –Me preguntó mientras que estábamos caminando.

–Él lo ama –le respondí y formé una sonrisa–. No es la primera vez que decido ser una rubia.

–¿Sabes? Te ves muy bien así, pero pareces una muñeca –hizo una pausa y noté como pensaba–. Barbie.

Me quedé en silencio, lo había imaginado y tenía razón. El cabello rubio y los ojos azules. Solo me hacía falta el vestido rosa.

Seguíamos caminando y hablando para matar un poco el tiempo. A lo lejos pudimos ver a una pareja abrazada y besándose con ternura. Después de unos segundos logré identificar a Camila. En ese momento recordé el comentario de Mauro, sobre que ella tenía a alguien más.

Damián se tensó y comenzó a formar un pequeño gesto de molestía. Mi hermano tiene sentimientos por Camila, pero decidió esperar un poco para poder hablar con ella y decirle todo lo que siente. Sé que ahora tiene su corazón roto. Él es como un niño pequeño, cualquier cosa lo lastima.

–Vámonos –tomé su mano–. Te compraré tu helado favorito, sé que eso te va a animar demasiado o al menos un poco –Me reí levemente.

Damián tomó una bocanada de aire y asintió. Pasaron unos segundos cuando nos detuvimos, me dio una mirada y puso sus manos en mis mejillas. Tenía una mirada fría.

–Sie verdient es zu leiden –murmuró cerca de mi oído–. Zerstöre es.

»Ella merece sufrir« – »Destruyela«.

Mi hermano nunca ha demostrado sus sentimientos amorosos, son cosas que hablamos en las noches que no podemos dormir. Desde que era muy pequeño mi padre le decía que si alguien le hacía algo se podía vengar y destruirlo. Mis tíos se molestaban, querían que él fuera un ángel y conociera el mundo por la paz.

Después de unos segundos retomamos nuestra caminata, llegamos al supermercado y comenzamos a realizar nuestras compras. Cuando terminamos salimos y tomamos un taxi. Llegando al departamento comenzamos a acomodar las cosas y nos tiramos en el sillón.

Horas después.

Damián se fue a su departamento, no tenía muchos ánimos de estar aquí y solo quería estar solo. Me sentía mal por verlo así, más bien, es molestía. Él estaba dispuesto a darle el mundo.

Dulce Traición • Lit Killah Donde viven las historias. Descúbrelo ahora