Capítulo 2

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- Adiós, Bo Yuan-gege. ¡Que te vaya bien!

- Igual para ti, ¡ve con cuidado!

Ambos se despidieron luego de llegar al destino en común, Bo Yuan quería aprovechar para conversar más con Rikimaru, pero para su mala suerte, estuvo ocupado practicando lo que debía decir y hacer a donde iba. Pudo notar como el japonés estaba bastante nervioso, era su primera vez grabando un comercial, completamente solo, y en chino, obviamente. Mentiría si dijera que cuando se despidieron no quiso mandar al carajo lo que debía hacer y acompañarlo para darle ánimos, pero no podía hacer eso, tenía que ser responsable.

A penas llegó a su destino, no pudo evitar sacar una foto al paisaje: era un área verde hermosa, él amaba la naturaleza, por lo que se sintió muy feliz al tener que grabar allí. No lo dudó y mandó esa foto a Riki, con el siguiente mensaje:

"¡Tú puedes! No lo pienses demasiado, ¡Rikimaru-sensei es genial! Ya verás que todo saldrá bien, relájate."

"Espero que lo ayude", pensó Bo Yuan. Él ha notado que puede que Riki no exprese mucho a veces, pero es una persona que piensa mucho todo. Y precisamente esperaba que eso no le jugara en contra. Guardó su teléfono, tenía que ir a trabajar también. 

Terminó todo al cabo de unas horas, ya que no tuvo mayores complicaciones. Iba escuchando música con sus auriculares mientras la van lo llevaba al aeropuerto, o eso es lo que pensaba...

El automóvil se detuvo un buen rato, por lo que pensó que era ya hora de bajarse. Pero antes de que se pusiera de pie, vio como Riki subía. Bo Yuan le miró con confusión.

- Tengo malas noticias, pronosticaron tormenta en Beijing, por lo que el vuelo de ustedes se canceló. Ambos tendrán que quedarse en un hotel hasta mañana. -habló el manager de Riki, quien entró junto a él. 

Bo Yuan entendió la situación, era lamentable, ya que significaba que luego tendrían mas apretado el horario con siguientes trabajos. Le sorprendió que Riki ni siquiera lo mirara, pero no preguntaría nada aún, se veía cansado.

Cuando llegaron al hotel, descubrieron que tenían que compartir habitación, a Bo Yuan no le molestaba en absoluto, pero sabía que a su compañero le incomodaba compartir habitación.

- ¡Qué día hoy! -dijo Bo Yuan tirándose a la cama.

- Mmmm...

- Riki-kun, no quiero hacerte sentir incómodo, pero es claro que algo pasó, ¿quisieras contarme? Si no quieres, está bien. -Bo Yuan se reincorporó, para regalarle una mirada sincera.

- No quiero molestar... Además...

- Riki-kun nunca será molestia para mi. -y era verdad, podría estar escuchando esa bonita voz y viendo esa dulce carita por el resto de su vida sin aburrirse.

- Me demoraré demasiado, sabes, mi chino no es bueno... Y... No tengo la mente despejada para poder pensar...

Bo Yuan se puso de pie para sentarse en la cama de Riki, a su lado. - Tómate todo el tiempo del mundo, ¿sí? -acarició su espalda, tratando de que se relajara un poco.

Es así como Rikimaru dio un gran suspiro e intentó buscar las palabras adecuadas para poder expresar sus sentimientos, era pésimo en eso, aunque tuviera que decirlo en japonés, sería un desastre igual. ¿Por qué iba a decirle sus problemas a Bo Yuan? No lo sabe, pero su compañero era alguien que inexplicablemente le daba paz, por lo que sin pensarlo demás, solo quiso desahogarse en ese momento. 

Comenzó diciéndole como es que sigue preocupado de que la gente no lo quiera; no porque quiera ser querido por todos, eso era imposible ciertamente, pero le preocupaba decepcionar a sus fans, ya sea porque es bastante torpe, y aburrido, según él. Él siempre fue tranquilo, un poco más tímido que los demás, pero siempre que comenzaba a sonar la música, dejaba que su cuerpo hablara por él. Así fue siempre, y él estaba satisfecho con eso. Cuando comenzó a ejercer como coreógrafo, se sentía feliz que artistas amaran sus ideas y las bailaran. Aunque con el tiempo, él también quería experimentar qué se sentía el que miles de personas griten tu nombre al darles un espectáculo, que te conmueve a ti y a ellos por igual. Su miedo a exponerse más de lo debido, hizo que nunca intentara audicionar para alguna agencia de k-pop, además de haber visto algunos abusos cuando trabajó con idols, de verdad él no quería eso. 

Si tú lo deseas, puedes volar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora