Si tú lo deseas, puedes volar.

Capítulo 10

- ¿Te gusta alguien?

- Emm... No... Nadie.

Luego de eso, el ambiente comenzó a sentirse un poco pesado, por lo que decidieron cambiar de actividad. Riki se levantó para ir al baño, Yetao le siguió secretamente. Riki ni siquiera se molestó en cerrar bien la puerta, por lo que el chico de cabello largo pudo ver como Riki comenzaba a insultarse frente al espejo. Esa escena le hizo confirmar que había mentido rotundamente en el juego, y que sí le gustaba Bo Yuan, pero tenía una lucha interna que lo iba a matar si seguía, así que decidió intervenir.

- Necesitas desahogarte con alguien, pero no contigo mismo.

Rikimaru se dio la media vuelta, asustado.

- Tranquilo, cerré con pestillo, cosa que debiste hacer tú si es que no querías que entrara.

- Tú... ¿alcanzaste a escuchar algo?

- ¿Qué quieres escuchar? Sí quieres seguir dañándote, diré que no y fingiré que recién acabo de llegar. Pero, me preocupas, por lo que de aquí no sales hasta que tengamos una buena charla. - Yetao se apoyó en la puerta, cruzado de brazos.

- ¿De qué tengo que hablar contigo?

- Uh, eso dolió. -Yetao se llevó la mano al corazón dramáticamente. - Aunque no soy el más herido aquí... Seré claro: sé que mentiste en el juego. Y también sé quién te gusta.

- Y si lo sabes, ¿en qué cambia mi situación?

- Ese es el problema, mi vida. No cambia. Tú no quieres que cambie.

- Los únicos posibles futuros que veo si hago que cambie algo, no son buenos.

- Uy, ahora resulta que eres Dr. Strange. -Riki intentó tomar la perilla de la puerta.

- Sorry~ No más bromas. -Yetao se disculpaba mientras forcejeaba para que Riki no abriera la puerta. 

- ¿Qué quieres?

- Ayudarte. Te juro por todo lo que tengo que no diré nada de lo que conversemos aquí, ni siquiera a Oscar. ¿Pinky promise? - Yetao le ofreció el meñique para hacer la promesa.

- ¿Y por qué crees que quiero hablarlo contigo? -Riki lo miraba receloso.

- Ay, cariño, porque soy yo, un amor de persona. Y porque sé que no le puedes decir esto a ninguno de ellos, sabes que si se lo llegas a decir a Santa, puede que guarde el secreto, pero tarde o temprano se lo diría a Liu Yu, Liu Yu a Nine, Nine a Patrick y ahí se difunde por toda la empresa. En cambio, yo, a duras penas estoy consiguiendo trabajos, no tengo tantos fans como ustedes, aunque diga algo por ahí, no tendría mayor relevancia. Y no vivo con ustedes, después de esta noche, tu secreto se irá a un apartamento bien lejos de aquí. 

- Está bien. - Riki enredó su meñique con el del contrario, haciendo la "pinky promise".

- Bien. Lo primero, porque pasé por esto. ¿Sabes si te gusta realmente o no? No te hago esta pregunta para cuestionarte, sino porque yo también me la hacía con Oscar. 

- No sé. -Riki comenzó a jugar con sus dedos, pensando en qué decir. - ¿Cómo sé si me gusta?

- Mmmmm... ¿Sientes calma cuando estás con él? Pero, a la vez, sientes un poco de incomodidad, ¿no? Yo me sentía así siempre que Oscar me abrazaba y no nos confesábamos. Es como ese sentimiento de querer estar con esa persona porque te sientes seguro y feliz con él. Pero te sientes nervioso al mínimo tacto que te da, porque sabes que quieres más y no puedes pedirlo directamente. Ese sentimiento desapareció cuando nos confesamos, ya no me asustaba cada vez que rosábamos manos, por ejemplo. Porque sé que ahora puedo tomar su mano, o incluso besarlo, sabiendo que seré correspondido...