¿Qué pasa cuando el corazón sufre un ataque?
Bueno básicamente deja de llegar sangre al corazón, este se bloquea y como consecuencia el corazón se lesiona o muere... pero no es tan sencillo para un corazón tan herido como el mío.
No es la primera vez que me sucede, razón por la que me habían puesto el marcapasos y a pesar de que el marcapasos funciona como desfibrilador no fue suficiente, mi hora había llegado...
Oscuridad... es lo que se siente la muerte, plena oscuridad, no vi ángeles, no vi mi vida pasar frente a mi, solo oscuridad.
Después solo una voz que me pedía que no me fuera, no hacía falta adivinar para saber que era la de mi hermanito menor.
Desperté... desperté adolorido, asqueado y molesto de seguir vivo, no debería pero lo estaba.
—Dy... Dy... —escuché la voz seguida de un beso— tranquilo mi niño ya estás bien.
Abrí los ojos con tremendo esfuerzo, no querían abrirse, me pesaban demasiado.
—Estoy... vivo —pronuncié débilmente.
—Si mi niño —dijo mamá besando mi mejilla.
—Debiste... debiste dejarme morir —susurré agotado.
Una vez más oscuridad, una diferente, me había quedado dormido.
Dos semanas en terapia intensiva fue lo que me tardé en "recuperarme" mi cuerpo estaba muy débil y mis ganas no ayudaban, pero tampoco sentía esa fuerza para irme.
La única persona que me dejaron ver fue a mi madre durante esas dos semanas y es un decir pues me la pasé inconsciente por lo débil que estaba mi cuerpo.
—Listo para ver a tu familia —me sonrío mi doctor.
—Seguro que no me puedo quedar aquí hasta morir —insistí.
Si moría aquí al menos estaba seguro de que me dejarían morir en paz.
—No, te devuelvo a tu familia ya —revolvió mi cabello.
Bufé cansado, me subieron a mi habitación, ahí estaba mamá ya esperándome, con una sonrisa y muchos ánimos.
Me abrazó sin más para llenarme de besos, seguía adolorido.
—Con cuidado mamá —pedi cansado pues apretaba mi pecho con fuerza.
Ella asintió besando mi frente.
Las puertas de la habitación se abrieron dejando entrar a mis hermanos y mi padre.
—¡Dyre! —exclamó Dedri llegando hasta a mi.
No me libre de ninguno de ellos exceptuando a Damian quien mantenía su distancia como era usual sin embargo se veía afligido, no podía con esa cara de tristeza.
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Hasta el último latir
Teen FictionLas maravillas del corazón: llevar sangre a todo el cuerpo, latir de sesenta a cien veces por minuto... un poco más cuando ves a la persona que te gusta. Y a veces entre más grande es el corazón, mas amor para dar aunque implique que el tiempo de es...