Capítulo 26

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Desperté de la que sin duda fue una de las noches más duras de mi vida. Ni Takao ni yo nos dormimos hasta que no pasaron al menos de las dos de la mañana, éramos incapaces de hacerlo. No quería dormirme, si me dormía sabía que a la mañana siguiente Takao ya no estaría junto a mí, sabía que ya no seriamos nada salvo "conocidos que una vez se amaron", no podría volver a ver esa sonrisa que me volvía loco, no podría volver a besar esos labios que me resultaban tan perfectos, no podría volver a dormirme abrazado a su pequeño cuerpo, no podría volver a oír un "Te quiero" de su dulce voz, tan solo deseaba que esa noche fuera eterna y así nunca me separara de Takao. Pero no fue así, ambos caímos dormidos aun a riesgo de saber que al despertar, habríamos perdido a la persona a la que amábamos.

A la mañana siguiente me desperté al sonar la alarma de mi teléfono, Takao seguía dormido a mi lado, aferrándose levemente a mi torso con lágrimas secas en sus ojos. Mentiría si dijese que no tuve ganas de lanzarme a abrazarlo, pero no podía hacer eso. Tan solo me levanté y me vestí con el uniforme de la preparatoria. Cuando estuve listo me dirigí hacia la puerta, pero por mala suerte, no pude evitar fijarme en el rostro aun dormido de Takao e inevitablemente me acerqué a él. Bese la frente y acaricie el pelo de mí ahora no novio. Una de las cosas que más me gustaba de Takao es que tenía un sueño muy profundo. Me quede acariciando su pelo sin importarme el llegar tarde al instituto, solo pensaba en que ya no lo tendría a mi lado, ya no podría verlo dormir, ni besarlo, ni acariciarlo mientras dormía como tanto acostumbraba a hacer. Solo pensaba en que ahora ya no éramos nada y que él ahora ya no estaría mi lado. Creo que unas lágrimas rebeldes se escaparon de mis ojos pero no les preste atención.

-Maldito Bakao... ¿Porque tuviste que enamorarme tanto? Eres un idiota.- Susurre sobre su frente para después besarla de nuevo, limpie mis ojos y di media vuelta con la idea que no volvería a ver a Takao.

-¿S-Shin-Chan?- Me pareció oír como Takao se despertaba, por instinto corrí hacia fuera de la habitación.- ¡Shin-Chan!- Se había despertado. Sus pasos se aproximaron a la puerta donde yo me encontraba, parando justo antes de abrirla. Reconocí ese tono de voz, el tono de voz que menos me gustaba de Takao, el tono de voz que ponía cuando estaba llorando. Mordí mi labio inferior reteniendo las lágrimas apoyándome en la puerta que estaba tras de mi e ir bajando hasta quedar sentado en el suelo, mientras sentía como Takao golpeaba la puerta tras de mi gritando y sollozando. Ambos nos sentíamos frustrados, ambos queríamos correr y abrazar al otro, pero ambos sabíamos, que no haríamos eso.

-Lo siento... De verdad que lo siento.- Me levanté y corriendo fui hacia fuera. No quería volver a llorar de buena mañana, así que lo más sencillo era simplemente salir de allí.

Una vez estuve fuera bajé hasta la calle encontrándome con el rickshaw. Pensándolo bien, si ese día, el día en que me declaré, hubiéramos cogido el rickshaw seguramente no hubiera tenido el valor de invitar a Takao a pasar a mi casa, no hubiera tenido la oportunidad para besarle, y no me hubiera declarado. Quien sabe, si ese día hubiéramos cogido el rickshaw, a lo mejor ahora ni si quiera estaríamos saliendo, y tal vez, ahora no me dolería tanto el que se fuera. Maldito trasto, ¿Que haría ahora con él? Si Takao no pedaleaba delante de mí, ¿Qué sentido tenia guardarlo? Si no podía oír la melodiosa voz de Takao tatarear una de sus canciones, ¿Para qué lo quería?-Para nada.- Esa era la respuesta, pero no quería deshacerme de él. Hacerlo significaría olvidarme de todo eso, de las canciones de Takao, de su espalda mientras pedaleaba, de su sonrisa cada vez que se giraba a verme, de sus enfados cada vez que le tocaba pedalear, y de ese pequeño corazón que una vez talló Takao con una de sus llaves en la madera de la carreta, según Takao así me acordaría de él cada vez que me quedara yo con el rickshaw.-Que cursi eras entonces.- Pensé con burla y tristeza.

¡Por Oha asa!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora