¡Por Oha asa!

Capítulo 3

Desperté como cualquier día normal, me vestí, desayuné, preparé la bolsa y me dirigí hacia casa de Shin, hoy sin falta tenía que preguntarle sobre lo que pasó con Natsuki. Cuando llegué a su casa él ya estaba fuera esperándome.

-Buenos días Shin-Chan~- Lo salude como hacía siempre pero Shin me ignoró completamente y sin decirme nada colocó la bufanda que le dejé ayer en mi cuello.

-Te la dejaste ayer, idiota.

-¡He! ¡No me llames idiota!- Me quejé inútilmente ya que aun así siempre me lo volvía a llamar. Empezó a soplar aire frío y escondí mi cara en la bufanda, entonces me di cuenta.-La bufanda… Tiene su mismo olor.- Me sonrojé al darme cuenta, intenté disimular mí sonrojó escondiéndome más en la bufanda, pero no sirvió de nada ya que Shin se dio cuenta.

Llegamos a la preparatoria y durante todo el trayecto no pude  preguntar sobre Natsuki, no porque no hubiera ocasiones de hacerlo sin porque el hecho de pensar que Shin estuviera con ella… Me asustaba. Las clases pasaron con normalidad, pensé que lo mejor sería preguntarle entre clase como si fuera la cosa más normal del mundo, pero tampoco me atreví. Estuve ayudando algunas compañeras de clase como siempre hacía, vigilando en todo momento los movimientos de Shin y si Natsuki se acercaba a él, por suerte nada, solo el mismo Shin-Chan serio de siempre. Cuando terminaron las clases, sin ni si quiera acabar de recoger mis cosas Shin me sacó de clase a rastras llevándome al gimnasio, me quejé un poco ya que apretaba con mucha fuerza mi muñeca pero ni me escucho.

-¿Para qué me has traído aquí? Hoy no tenemos práctica.

-Ya me he dado cuenta.

-¿Lo olvidaste cierto?

-No.

-¿Entonces qué hacemos aquí?- Yo no podía aguantar más, me puse a reír, el rostro de Shin estaba enrojecido por la vergüenza y la rabia de haberse equivocado, ¡Era imposible no estallar en carcajadas! Pero me detuve cuando sentí como algo me acorralaba contra la pared y ese algo no podía ser otro que Shin-Chan, al principio pensé que solo lo hacía para que dejara de reírme de él, pero cambié de opinión cuando empezó a acercarse más a mí.- ¿S-Shin-Chan q-que haces?- No podía pensar con claridad, Shin cada vez estaba más y más cerca de mí, podía notar su respiración algo acelerada ¿Y lo único que yo hice? Sonrojarme y agarrar su camisa para que no se separara de mí.- S-Shin-Chan.- Nuestros labios se rozaron, ¿Realmente estaba a punto de pasar? Lo que llevaba tanto tiempo esperando estaba a unos segundos de cumplirse. Pero justo en ese momento oímos a Kimura detrás de nosotros por suerte creo que no vio nada de lo que casi pasó pero lo maldije en ese momento por interrumpirnos.

Como por culpa de Shin-Chan no pude recoger bien mis cosas olvidé mi teléfono en clase y tuvimos que subir a por él. Al bajar de nuevo, para nuestra sorpresa había empezado a llover, si cogíamos el rickshaw con esta lluvia de seguro que nos matábamos. No sé cómo ni de donde Shin sacó un paraguas.- ¿Cómo puedes tener siempre tanta suerte?- Pensé con una sonrisa burlona, ya que si se lo preguntaba ya sabía la respuesta “Es todo gracias a Oha asa nanodayo” Seguro que contestaría algo así.

-Vamos.- Miré a Shin sin entenderlo.- ¿A qué esperas? ¿Supongo que no traes paraguas?- Yo negué con la cabeza. Tendría que ir durante todo el camino junto a Shin, ambos debajo del mismo paraguas después de lo que acababa de pasar… Espera ¡¿Qué acababa de pasar?! Shin estuvo a punto de besarme ¿No? Si no ¿Qué intentaba hacer? ¿Asustarme? ¿Mandarme a callar? ¿O qué? Además ahora si compartimos el paraguas ¡Nos veríamos como una pareja! Me sonrojé de tan solo pensar eso. Me coloqué junto a Shin y fuimos andando. Este sí, era el momento tengo que preguntarle.

-Takao… ¿Ocurre algo?

-¿Q-Que pasó ayer con Natsuki?

-Se me declaró.- Mi corazón latió fuerte, esta vez asustado ¿Y si la aceptó? Pero si la rechazó... ¿Shin estará enamorado de otra? Miles de ideas cruzaron por mi cabeza poniéndome a cada una más nervioso, pero este no era el momento para perder la calma.