Capítulo 8

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Este capítulo va antes que el especial navidad.

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Desperté, Takao aún estaba apoyado en mi torso dormido. Aprovechando que estaba dormido besé su frente y subí mi mano de su cintura hasta su pelo acariciándolo y jugando con él. Con la otra mano busqué mi teléfono y mis auriculares para así poder escuchar a Oha-asa.

-Escorpio: Hoy tendrás un buen día, descubrirás cosas que nunca pensaste que existían. Estas segundo en el ranking. El objeto que te ayudara a tener aún más buena es: Un dije.

-Cáncer: Estas sexto. Empezaras bien el día, pero irá empeorando a medida que avanza, vigila con la aparición de terceras personas. Tu objeto de la suerte es: Un oso de peluche.

-Un oso de peluche... Podría cogerle uno a mi hermana y para Takao me pregunto si tendrá algún dije...- Antes de poder pensar nada más sentí un beso sobre mi mejilla, me giré sonrojado hacia Takao para ver como él sonreía victorioso.

-Buenos días Shin-Chan~

-B-Buenos días.- Contesté intentando bajar mi sonrojo. Recordé que aún estaba acariciando el pelo de Takao así que en seguida bajé mi mano de nuevo a su cintura.

-No.

-¿Qué?- Takao agarró la mano que acababa de bajar y la volvió a subir a su pelo.

-Me gusta que me acaricies.- Admitió con una sonrisa y  un leve sonrojo que ni se comparaba con el que tenía yo.

-Idiota...- Murmuré por lo bajo, Takao me oyó y rió levemente. Volví a acariciarlo esta vez más nervioso mientras Takao se iba relajando a cada caricia. Estuvimos así durante varios minutos hasta que Takao empezó a besar mi cuello y poco a poco se fue colocando sobre mí.

-T-Takao... ¿Q-Que haces?

-Agradecerte por dejar que me quede durante estos días. Hoy vuelve mi madre.- Suspiré con algo de tristeza.

-Lo se.- Dejó de besarme para poder mirarme a los ojos.

-¿Que fue eso? ¿A caso el gran Shintaro Midorima va a echarme de menos?- Sonrió pícaro Takao.

-Para nada.- Giré mi cabeza mirando hacia la pared, cosa que Takao aprovecho para besar de nuevo mi cuello y llegar hasta mi mejilla.

-Tsundere~-Susurró en mi odio para después morder el lóbulo de este. Intenté resistir ya que no quería acelerar las cosas entre nosotros, hasta que Takao empezó a acariciar mi torso igual que el día anterior haciendo que poco a poco perdiera mi cordura. Ya no lo resistí más. Con un solo movimiento me coloqué sobre él agarrado su muñecas por encima de su cabeza.- Sh-Shin-Cha...

-Shhhh.- Con una mano coloqué mi dedo índice sobre sus labios mientras con la otra sujetaba sus muñecas.- Ahora mi toca a mí.- Empecé a besar su cuello mientras Takao suspiraba ya que era la primera vez que yo lo besaba así. Al principio solo lo besaba con suavidad, pero poco a poco los besos fueron más intensos hasta que lo mordí dejando una pequeña marca roja.

-A-Ah... Shin-Chan... D-Deberías besarme más así.- Dijo jadeando. Fui dejando una línea de besos desde su cuello hasta sus labios hasta que...

-¡Onii-Chan! ¿Dónde estás?- Me separé de Takao.

-Rayos...- Mustió Takao. Empezamos a oír como los pasos de mi hermana se acercaban.- Creo que viene hacia aquí.

-¡¿Qué hago?!- Susurré nervioso.

-¡Escóndete!- Takao me tiró hacia el suelo para que me escondiera bajo la cama.- ¿Porque me tengo que esconder en mi propia casa?- Pensé molesto. Vi cómo se abría la puerta de la habitación.

¡Por Oha asa!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora