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AQUILA SE ENCONTRABA EN SU RECÁMARA, después de haber hecho todos los deberes pendientes que tenía se dispuso a acostarse en su cama, de repente oye el ruido de la ventana al lado de su cama, se levanta y ve como hay una hermosa lechuza en su ventana.
Aquila abre la ventana y la lechuza entra y dar vueltas dentro de la recámara para luego aterrizar en el escritorio de la pelinegra y esta se acerca a la lechuza y ve como había un sobre con su nombre en el.
—Hola criatura—Aquila acaricia la pequeña cabeza de la lechuza y está cierra los ojos disfrutando del tacto tan suave que le proporcionaba la pelinegra, Aquila agarra la carta—De quien será?
Antes de seguir hablando la lechuza sale volando y Aquila se queda mirando por donde está se había ido, Aquila se sienta en la silla de su escritorio para disponerse a leer quien le había enviado una carta.
Querida Aquila:
En verdad no se como empezar a escribir esto, Pero me alegro de que me hayas dado el permiso Para poder enviarte cartas, cómo estás? Espero Que bien, ahora mismo yo me encuentro muy bien.
Si te preguntas por que he preguntado por ti o Por que he insistido a mis hermanos a que te Pregunten si puedo enviarte cartas es por que Me pareciste una buena chica y en verdad Quisiera ser tú amigo.
Además eres misteriosa y eso hace que quiera Saber más cosas sobre ti, en verdad quisiera Que seamos amigos muy buenos, espero tu Respuesta.
B.W
Aquila sonrió y por impulso olió la carta, está tenía un olor adictivo para cualquier chica, canela, manzana, libros y coco, ese olor tan puro haría que cualquier chica se derritiera y eso es lo que está provocando poco a poco el mayor de los hermanos Weasley en la pequeña Scamander.
