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HABÍAN PASADO DOS SEMANAS, desde que los gemelos llegaron corriendo hacia Aquila y informándoles al instante que la amiga de la pelinegra se encontraba en la enfermería, según Madame la chica sufrió un ataque de pánico, lo que provocó que se desmayara.
En esas dos semanas Bill y Aquila habían hablado diariamente por cartas, los dos se habían vuelto muy buenos amigos, teniendo demasiadas cosas en común, pero habían pasado dos días desde la última carta que le había envido Aquila a Bill.
Estaba preocupada ya que no recibió una respuesta por parte del pelirrojo, Aquila le preguntó a sus mejores amigos y estos solo se encogieron de hombros y cambiaron de tema, les estaban mintiendo a Aquila y ella lo sabía por que sabía perfectamente que sus mejores amigos cambiaban de tema rápidamente cuando estaban mintiéndole.
Ellos en verdad no le querían mentir, ya que nunca fueron de haber mentira entre ellos, pero su hermano mayor los amenazo de no decirle absolutamente nada a ella o tendrían serios problemas con el.
Aquila se encontraba en la biblioteca, ya había terminado de hacer sus deberes en compañía de Hermione, está se había hecho gran amiga de la pelinegra, pero la castaña se disculpó ya que tenía que buscar a sus mejores amigos.
Los gemelos entraron con unas sonrisas posada en sus rostros y Aquila frunció el ceño.
—Que están tramando?—Aquila los miró mientras se cruzó de brazos y estos solo se encogieron de hombros y Aquila suspiro—A donde quieren que vaya?.
—Hay melocotón nos conoces tan bien—Los gemelos la levantaron de donde se encontraba sentada la pelinegra y enredaron un brazo por los brazos de esta—Te tenemos una pequeña sorpresa, pero para eso tienes que esperar ya que la sorpresa todavía se está arreglando.
