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WILLIAM SE ENCONTRABA DANDO VUELTAS EN LA RECÁMARA DE AQUILA, la pelinegra se negaba a hablar más a fondo sobre lo que acababa de soñar, el pelirrojo la comprendía, cavaba de tener una pesadilla fuerte, según de lo poco que relató la chica se sintió real, incluso juro que su padre sabía que ella estaba ahí.
—Nena, tienes que hablar conmigo—El pelirrojo se volvió a sentar en la cama mientras miraba a Aquila, esta solo miraba un punto fijo, perdida en sus pensamientos—Confía en mi bonita.
—Cuando "me desperté" estaba en un bosque, escuchaba risas, hasta que de repente escuche que alguien dijo "Es hora de tu muerte Artemis", corrí hacia esa voz y vi a mi papá de rodillas frente a dos personas tenían una bata con capucha, mi papá miró hacia donde yo me encontraba y juraría que su mirada cambio de enojo a preocupación, ya que esas personas hablaban de que yo no era su hija y cuando lo maten vendrán a por mi—William estaba sorprendido sobre lo que relataba su chica—Antes de que lo "mataran" él me dijo "te amo", y la mujer le lanzó la maldición, carcajeó un momento para luego voltearse y yo vi quien era Bill, era Bellatrix.
La cara de sorpresa de Bill se convirtió en una de preocupación, no podía creer lo que acababa de escuchar, casualmente esa misma noche había salido la noticia de que habían escapado varios Mortifagos de Azkaban, entre ellos, Bellatrix Lestrange.
—Tenemos que hablarlo con la Orden—Aquila volteo a ver a Bill con el ceño fruncido—Te voy a explicar que es la Orden.
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