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AQUILA SE ENCONTRABA CONSOLANDO A SU AMIGA, la chica le había contado qué había oído como lo de Draco con ella era solo una apuesta, la chica no lo pudo encarar por que estaba cegada en lágrimas así que solo optó por ir al aposento de su mejor amiga para que la consolara como muchas veces había hecho.
—Voy a ir a partirle la cara a ese albino—La pelinegra se iba a levantar pero su amiga agarró su mano—No vas a detenerme Ast, voy a ir a quitarle mechón por mechón ese cabello rubio mal pintado.
—Aquil por favor no vayas—La pelinegra la miro por un momento y suspiro—Pensé que de verdad me amaba, solo era una apuesta, solo lo hizo para poder acostarse conmigo.
La sangre de Aquila hervía, quería ir y romperle la cara a Draco y eso estaba apunto de hacer, la pelinegra se levantó hecha furia de la cama y salió del aposento siendo seguida por su amiga quien le suplicaba que no hiciera nada.
Pero Aquila hacia caso omiso a las súplicas de su amiga, sus ojos estaban cegados de furia y sonrió maliciosamente cuando vio a lejos a su objetivo con sus escoltas, el chico al ver como la Scamander se acercaba con furia hacia el, trato de empezar a correr pero la chica lo había agarrado de su túnica.
—¿Que quieres Scamander?—El chico no podía negar que sentía miedo algo que trataba de ocultar pero se reflejaba claramente en sus ojos.
—Necesito que me des una explicación antes de romperte la cara, de por que le hiciste eso a Astoria—El chico sonrió con sarcasmo pero Aquila lo pegó con fuerza a un árbol provocando que este se quejara de dolor—Más vale que empieces a hablar, por que si no te sacaré las malditas palabras a golpes.
