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AQUILA SE ENCONTRABA EN LA COCINA COCINANDO LA CENA, cuando de repente siente como alguien la abraza por la cintura, la chica sonríe al sentir ese tan común olor que la hacía volver loca, la chica se volteo y William la beso para luego sonreír.
—Huele muy bien, ¿Ya está listo?—Aquila asintió.
—¿Quieres probar?—William asintió y la pelinegra agarró una cuchara y le sirvió un poco.
—Pero de tu boca—Aquila sonrió para echar lo que había en la cuchara a su boca, William sonrió y la beso con deseo, provocando que aquel beso subiera de tono, el chico agarró los muslos de la pelinegra para luego subirla arriba de la mesa y empezar a besarla con más deseo, el pelirrojo empezó a masajear los pezones ya rectos de la chica lo que provocaba que la chica empezara a gemir, el chico entró su mano por el pantalón de la chica y empezó a masajear su vagina, cuando de repente la chica se despegó de él—Lo siento mucho, de verdad.
Aquila sonrió para luego empezar a besarlo nuevamente, William la cargo para luego empezar a subir las escaleras y abrir la puerta de su habitación, el pelirrojo la tiro a la cama para luego subirse arriba de ella y seguir besándola, el chico le quito el abrigo para luego empezar a besar y masajear sus senos, la chica hecho su cabeza hacia atrás gracias a la gran excitación que le provocaba el chico.
—William.. —William paro para luego observar a la chica con preocupación.
—¿Estas bien? Si quieres podemos dejar esto, no quiero presionarte lo sabes—Aquila lo beso para luego sonreírle—Si te hago daño o quieres parar me dices y terminamos esto.
—Está bien... —William le quito el corpiño y empezó a chupar los pechos de la chica, está gemía el nombre del chico, el pelirrojo bajo su mano hasta la ropa interior de la chica y la miró buscando su aprobación, la chica asintió y empezó a sentir como una descarga llena de placer recorría su cuerpo, el chico la estaba masturbando mientras lambía y chupaba sus senos, luego entró con cuidado un dedo en ella, lo que provocó que la chica se quejara pero luego empezó a moverse, lo que le dio la señal a William de seguir, el chico le metió dos dedos para luego acelerar el ritmo.
Aquila sintió ganas de orinar pero trato de contenerse ya que William estaba hay, pero fue en vano, la pelinegra dejó salir todo, sus mejillas se volvieron rojas gracias a la vergüenza que seguramente iba a pasar con su chico, pero este sonrió y llevo sus dos dedos a la boca.
—Deliciosa, eso fue un increíble orgasmo—William la empezó a besar nuevamente y de un momento a otra Aquila quedó arriba de el—¿Pasó algo? ¿Quieres parar?
—Quiero intentar algo—William asintió confundido pero entendió todo cuando la chica le quito el pantalón, la pelinegra se sorprendió al ver el tamaño, pero no le importó, Aquila empezó a masturbar al pelirrojo lo que provocaba que el chico dejara caer su cabeza hacia arriba gracias a la excitación que le provocaba.
—Así nena... Vas muy bien—Aquila entro el miembro de William a su boca y empezó a chuparlo, el chico agarró el cabello de la pelinegra para hacer que su miembro entrara por completo en su boca, después de varios minutos el pelirrojo se vino dentro de la boca de la chica, quien tragó todo—Wow nena no sabía que sabías hacer eso.
William la empezó a besar para luego voltearla y hacer que él quedara arriba, el miembro del pelirrojo acariciaba la vagina de la chica, lo que provocaba que los dos gimieran entre el beso.
—¿Estas lista? Si quieres podemos dejar esto así—Aquila lo beso con deseo para luego poner una de las dos manos del chico en su seno.
—Hazlo—William empezó a entrar lentamente en ella, lo que provocó que la chica empezara a quejarse gracias al dolor que sentía, así que el chico se detuvo durante un tiempo, hasta que la pelinegra empezó a moverse, William entró en ella por completo—Mas rápido por favor..
William empezó a acelerar sus embestidas, provocando que los dos empezaran a gemir, el chico agarró las piernas de la chica para luego enredarlas en su cintura y profundizar más sus estocadas, el pelirrojo puso su mano en el cuello de la chica y empezó a ahorcarla mientras la besaba con deseo.
—Dios, estas tan estrecha, me vuelves loco Aquila, eres mía, solo mía—William la volvió a besar con deseo mientras siguió embistiéndola con fuerza, luego de unos minutos los dos llegaron al orgasmo, el pelirrojo cayó al lado de la chica exhausto, para luego besarla dulcemente—Te amo Aquila.
—Yo también te amo William.
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