Back in time [Inumaki x Tu] [Jujutsu Kaisen]

CAPÍTULO 9

Han pasado dos años y el señor Kobayashi sigue sin tener noticias sobre el maldito cubo, sabía que no debía de desesperarme pero el que el tiempo pasara me ponía más de nervios, casi estoy por salir de está escuela y entrar a jujutsu.

Había decidido convertirme en un miembro afiliado de la mafia, el señor Kobayashi solía consultarme cuando quería que lo ayudara a ver el futuro de algo y él me pagaba con dinero y esforzándose a encontrar el cubo, de eso se trataban mis misiones, los demás miembros de aquel grupo también empezaban a querer buscar mis servicios, no les decía que no ya que sabía que eran personas peligrosas y la paga era buena, todos empezaron a llamarme por el mismo apodo y en medio año el apodo de adelfa era muy bien conocido dentro de la organización.

Desde hace un tiempo Naoko no ha querido salir con Toge y conmigo sin embargo cuando se trata de solo nosotras no pone ningún pero, lo cual se me hace raro porque pasa lo mismo con Toge, ambos parecen evitarse.

Estaba tomándome un descanso de mi entrenamiento, solamente miraba el techo sin pestañear, no he dormido desde hace una semana, mi apariencia y salud la mantengo gracias a mi técnica maldita sin embargo el dolor punzante no se va por alguna extraña razón, he avanzado mucho con mi entrenamiento pero aun me sigue dando pena enseñar todo mi potencial frente a mi familia, eso tal vez podría ayudarme en un futuro.

Miré mi muñeca, en ella estaba puesto una pulsera demasiado bonita, según mi mamá era una herramienta maldita que solo me haría caso a mi, fue creada por el clan Inumaki, está se convertía en un látigo, su color era dorado, desde la primera vez que la vi me enamore de ella y después de probarla me di cuenta de que era muy cómoda.

Se me hacía muy raro que el clan Inumaki estuviera tan contento con darme esa pulcera sin embargo no le había tomado tanta importancia y hubiera seguido así si no fuera por que mi madre insistió tanto en que fuera a visitar seguido al clan de mi amigo lo cual hacía para darles las gracias, ellos se veían tan encantados con mis visitas que empezaba a desconfiar de tanta amabilidad.

-¿Qué más da?, ni que se fuera a acabar el mundo por eso- no lo pensé más, tal vez el clan Inumaki solo quería conexiones cosa que se me hace raro por lo mismo, estaba empezando a divagar mucho gracias al sueño, al parecer el retroceder el tiempo no hace que las sensaciones desaparezca.

-Te falta entrenar- me contestó Tenki -Es inútil retroceder de esa forma, tu técnica debe de ser impecable- me regañó.

-Lo sé, lo siento solo estoy...-empezaba a perder la conciencia así que me paré lo más rápido que pude para poder seguir entrenando.

Las personas suelen decir que mi hermano nació con la suerte al tener tales habilidades pero creo que soy de las pocas personas que saben por lo que pasó, decir que es un genio sería insultar todo su esfuerzo y por eso mismo yo también debo esforzarme para poder pelear a su lado, de esa forma él no será capturado cuando llegue el momento y podré proteger a todas las personas que amo.

Al día siguiente paré de entrenar a la misma hora y retrocedí el tiempo en mi para verme decente, me bañé y me arreglé, desayune como de costumbre, tomé mi mochila y recordé la tarea que no hice, tal vez la haga en el receso.

Salí a la misma hora pero no ví a Naoko, miré el reloj en mi muñeca y noté que era la misma hora de siempre, a lo mejor se le pegaron las sábanas pensé mientras reía un poco, mamá solía regañarme cuando reía de esa forma, decía que era una risa muy boba y que debía cambiarla pero siempre termina contagiándose de ella, esperé a mi amiga durante unos 5 minutos pero no venía lo cual se me hacía raro así que me encamine a su casa, toque la puerta y la mamá de Naoko se asomó y me sonrió.

-Hola linda ¿Qué se te ofrece?- me pregunto un poco confundida haciendo que me confundiera también.

-¿Se encuentra Naoko en casa?- pregunté.