Capítulo 11: La Maldad Pura Encarnada

290 12 19
                                    

"Tanto Nerón del imperio romano como los tiranos de Lombardía habrían palidecido en comparación a las atrocidades perpetradas por Gilles de Montmorency-Laval"

-Jules Michelet

1

Buda alguna vez tuvo la misma incógnita que Gilles, ¿Por qué moría la gente buena y permanecían los malvados? La muerte solo trae consigo el sufrimiento. Aún cuando se logre superar el dolor y encuentre uno el amor, nadie podía escapar de una fuerza universal tan poderosa como lo es la muerte.
Su propio hermano había muerto hace ya mucho tiempo y aún así los asesinos y ladrones seguían viviendo.
Gautama estuvo sentado entre dos árboles de sal durante un muy largo tiempo meditando, tratando de buscar la respuesta a ese gran por qué. Vio el pasar de las estaciones a través de sus ojos. Pudo ver cómo en cada primavera nacían hermosas flores, pero cuando llegaba el invierno, estas morían sin que pudieran hacer nada al respecto. La gente a su alrededor disfrutaba la llegada del invierno. Esto confundió a Gautama, las personas parecían apreciar más a la muerte que a la vida, "El invierno mata a millones de flores al año sin piedad, ¿por qué veneran a un asesino?" Se preguntaba angustiado, fue después de un tiempo de observación y reflexión que pudo ver más allá.
Pasó tanto tiempo meditando que logró sentir la energía que movía al universo, el chi. Pudo ver el chi a través de todo ser vivo: los hombres, los animales y la misma tierra: siempre había la misma cantidad de chi en ella, aunque llegase el invierno y matase a todo tipo de flora, el chi seguía allí, pero, cambiaba, pasaba de estar en la tierra a estar en el aire, en el agua y en el cielo, nunca se esfumó la energía, solo se transformó. Cuando el invierno terminaba, el chi regresaba a la tierra para hacer florecer nueva vegetación. Era un hermoso ciclo de vida y muerte perfectamente equilibrado, un ciclo de transformación del que todo ser vivo era participe. La muerte era necesaria para darle lugar a nueva vida.
- Cuando uno muere, es enterrado y se convierte en el pasto que pisamos, y toda la energía que llevaba dentro de sí regresa a la tierra dándole paso a convertir esa energía en nuevas plantas... Plantas que son comida para los humanos y a los animales y les brindan energía, los cuales eventualmente mueren y regresan a la tierra, iniciando una vez más el ciclo...-explicó a sí mismo Gautama- Todo ser vivo está conectado a la energía, la energía que mueve el universo, por eso toda vida es preciosa y debe ser respetada.
"Pero, ¿Qué pasa con aquellos que no respetan la vida?, ¿Por qué simplemente no dejan de existir?" Se seguía preguntando Gautama.
- Desgraciadamente o para fortuna, también debe existir un equilibrio en ello... El bien no puede existir sin el mal y viceversa... Y aunque parezca que la mayoría de seres humanos son malos, existen aquellos que están dispuestos a dejar atrás su mal camino para redimirse... Y yo quiero buscar a esas personas.
"Y... ¿Qué pasará con las personas que no quieran redimirse?".
- Tarde o temprano tendrán que pagar por sus acciones.
Este fue el inicio del camino de iluminación que comenzó Gautama para convertirse en Buda y vivió creyendo firmemente en este razonamiento hasta el último día de su vida.

2

Guilles miraba con rencor a Buda y esperaba una respuesta.
- La vida pude parecer cruel, Gilles... -Buda habló bajando la guardia muy ligeramente- Pero también es justa... Debe existir la muerte para que haya vida... Es verdad que gente buena muere diariamente y siguen viviendo personas malvadas, pero por cada persona mala que hay existen 5 buenas en su lugar. Todo es parte de un equilibrado ciclo de vida y muerte.
- No lo acepto... ¡NO LO ACEPTO!
El barón se quitó el manto y de su cinturón sacó una cadena con una hoz al final de esta y la lanzó a los pies de Buda. La hoz se enterró en la espinilla izquierda de Buda haciéndolo gritar de dolor. Gilles tiró de la cadena y Buda cayó, después de un par de tirones Buda logró safarse e intentó alejarse un poco cojeando.
- ¡¿Adónde crees que vas?! -Gilles nuevamente lanzó la cadena, esta vez se enredó en su cuello, la hoz no alcanzó a lastimarlo porque de una manera muy irónica, la cadena lo protegió. El barón jaló la cadena y Buda nuevamente cayó al suelo, Gilles arrastraba hacia él a Buda, quien trató de quitarse la cadena sin mucho éxito.
Para cuando Buda estaba frente al barón, intentó golpearlo con su báculo, sin embargo, Gilles bloqueó el ataque, le arrebató el báculo y lo partió en dos.
- Fue divertido mientras duró... -dijo Gilles mirando el báculo- ¡Pero yo no me he divertido lo suficiente!
Gilles comenzó a golpearlo frenéticamente y después clavó una de las mitades del báculo en la pierna derecha de Buda.
-¡AAGGHH! -gritó Buda.
Gilles sonrió de satisfacción y nuevamente comenzaba a excitarse.
Entre la multitud, varios niños rompieron en llanto al ver el arma de Gilles, recordaron cómo también fueron víctimas de este monstruo.
Los dioses dieron un grito ahogado y se compadecieron del iluminado.
Gilles volteó pero no le dió importancia a ellos, se concentró en ver a Geir y Hefesto.

3

Hefesto miraba sorprendido el combate, comprendió al fin por qué Geir escogió al humano: Gilles no siente ninguna clase de empatía para acabar con sus enemigos. Recordó cómo Geir le imploró que le creara armas al barón ya que no iba a dejar que él se uniera a ninguna de sus hermanas. Fue muy razonable ahora que lo veía.
Geir se mordía las uñas.
- ¿Qué pasa, Geir?
-Buda aún no utiliza su chi.
- Eso es bueno, ¿no?
-Si logra acumular la suficiente energía será la perdición para Gilles.
- ¿Y cómo sabrás si ha reunido suficiente energía?
- En el momento que abra los ojos, liberará toda su energía.

4

Gilles alcanzó a leer los labios de Geir pero solo pudo entender las palabras "energía, chi y abrir los ojos". El barón devolvió la mirada hacia Buda quien trataba nuevamente de quitarse la cadena del cuello. Gilles llegó a la conclusión de que si Buda abría los ojos significaría la muerte para él.
- Entiendo... -Gilles sacó uno de sus cuchillos que tenía en el cinturón- Eso explica por qué no abres los ojos...
El barón se inclinó, tomó a Buda por su túnica y procedió a golpearlo en la cara, después de tres golpes Gilles levantó su cuchillo.
- ¡Despídete de tus ojos! -gritó sonriendo.
Gilles dejó caer su mano sobre el ojo izquierdo de Buda, Buda a duras penas alcanzó a detener la mano del barón y al tocarlo pudo ver fugazmente su pasado, logró ver su primer asesinato, su amistad con Juana y sobretodo vio los múltiples niños que violó y asesinó en sus últimos años de vida. Escuchó el llanto incontrolable de los pequeños clamando desesperadamente por sus padres, los gritos de agonía pidiendo que parase, el tronar de los huesos de sus víctimas. Lo vio bebiendo la sangre de los niños, vio cómo después de haberlos matado, volvía a profanar sus cadáveres para después cortarles las cabezas y clavarlas en una lanza para que él y sus cómplices votaran por cuál de todas era la más bella y finalizar quemando los cuerpos. Buda reconoció que Gilles Montmorency-Laval no tenía salvación alguna y debía pagar por todo lo que hizo.
- Santo cielo -dijo Buda horrorizado, la visión que tuvo hizo que perdiera fuerza.
Gilles mantenía una sonrisa macabra en el rostro y al notar la disminución de fuerza de Buda, recargó su otra mano sobre el cuchillo y aplicó todo su peso en él.
El cuchillo perforó el párpado de Buda y atravesó su ojo. Nuevamente Buda grito y al escucharlo, Gilles retorció el cuchillo mientas reía de placer.
Amón y los demás dioses veían aterrorizados el combate, llegaron a sentir lástima por Buda; Amón tragó saliva, se salvó de no ser torturado de esa manera. Era muy poderoso, no obstante, no era un buen peleador.
Los humanos gritaban preocupados por el iluminado, los había "traicionado" pero aún así lo querían.
- ¡A ver cómo liberas tu chi sin tus ojos! -el barón sacó el cuchillo llevándose el ojo azul bañado en sangre de Buda consigo, Gilles lo lamió, posteriormente le dió un mordisco y el pedazo de ojo se lo escupió en la cara a Buda quien agonizaba- Bien... ¡Terminemos con esto!
El barón estaba por atacar el ojo derecho de Buda, no obstante él logró alejarlo de una patada con la pierna que aún le servía.
A Gilles le sorprendió un poco que Buda aún tuviera suficiente fuerza como para alejarlo; Buda estaba frente a él intentando reincorporarse sin éxito alguno. El rostro lo tenía cubierto de sangre que corría desde su ojo hasta su pecho y seguía bajando, manchando la cadena que aún tenía en el cuello y su túnica, en dónde debía ir su ojo izquierdo había una cuenca roja y oscura totalmente vacía, jadeaba y estaba furioso, su pierna seguía sangrando y generaba un charco de sangre que poco a poco aumentaba de tamaño.
- ¡Te haré pagar por lo que le hiciste a esos niños!
- ¡NO LO CREO! -contestó el barón.
Gilles se abalanzó sobre Buda.
Buda alcanzó a golpearlo en el rostro, rompiéndole la nariz, Gilles estallo en rabia y golpeó desenfrenadamente a Buda en la cara, el iluminado intentó defenderse con sus manos, sin embargo, el barón pisó su brazo izquierdo y lo clavó al suelo son su espada, lo tomó del cabello y siguió golpeándolo. Al ver que seguía moviendo su otro brazo lo pisó con fuerza rompiéndole el antebrazo en dos, tomó la hoz de su cadena y con ella abrió a Buda desde el cuello hasta la cintura; una de las arterias se rompió y salpicó toda la cara del barón.
- ¿No que me harías pagar? -dijo riendo.
Buda quedó inerte en el piso lleno de sangre, con el brazo y la pierna atravesados, sin un ojo y con las tripas al aire.

Nota del autor:
Olvidé mencionar que Gilles, así como otros personajes franceses, tienen el acento proveniente de allá. No lo agregué como tal en la narración porque sería un tanto difícil entenderlo.
Si te gustó, deja tu voto y comparte la historia con tus amigos, eso me ayudaría mucho.

Shuumatsu No Valkyrie 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora