Shuumatsu No Valkyrie 2

Capítulo 17: Estatua

1

Juana comenzó a inquietarse, comenzó a temblar y se empezó a sentir mareada. La pérdida de sangre empezaba a afectarla. De repente perdió fuerza y se le resbaló de la mano su espada.
"- Juana, tienes que tranquilizart-" le dijo Hrist en su interior, sin embargo, fue interrumpida por Atenea que, al ver la desestabilización de Juana la golpeó con su escudo tan fuerte que Juana cayó a centímetros del fuego. Toda la humanidad dio un grito ahogado.
"- ¡Juana!, ¡Juana! ¡LEVÁNTATE, MALDICIÓN!
- Yo... ¿Eh...?"
Juana tenía vértigo, le daba vueltas todo, sentía que le faltaba el aire y le costaba levantarse.
- Hace... Hace calor... El... El fuego... ¿Dónde?... -poco a poco Juana se recuperaba- ¡Fuego!
Juana entró en razón y al ver al fuego, se intentó alejar de él sin mucho éxito.
"- Tranquila, respira... -Hrist estaba asustada pero intentó esconderlo.
- No, no, no, no, no. -contestó Juana cerrando los ojos- Nos vamos a desvincular y-
Juana tuvo una visión más: Se vio a sí misma en el piso convirtiéndose en polvo.
- ¿Juana? ¡JUANA!"
Juana comenzó a hiperventilarse y negaba con la cabeza aún estando en el suelo.
Atenea se acercaba lentamente hacia ella alzando nuevamente su lanza.
<¡No, no, no, no, no, no!> se decía a sí misma Juana recordando cómo el fuego la mantenía en agonía y entró en total desesperación por las visiones que tuvo. Escuchaba los pasos de Atenea aproximándose, pero no les puso mucha atención.
"¡JUANA!"
La voz de Hrist la hizo entrar en razón, volteó y Atenea ya estaba de pie frente a ella dispuesta a matarla.
- ¡MUERE! -Atenea dejó caer su lanza con todas sus fuerzas al mismo tiempo que abría los ojos de Medusa.
Juana alcanzó a desviar el ataque y a apretar los ojos a tiempo, sin embargo, su espada se rompió.

2

Al ver cómo se rompió la espada, Geir recordó el momento en el que hace mil años atrás pensó que su hermana había muerto por la misma causa de ahora: Poseidón había roto la catana de Sasaki Kojiro, pero, gracias a la habilidad de Hrist -de poder separarse en dos armas- logró conseguir la victoria.
Toda la humanidad dio un grito ahogado salvo Geir y Fleck quienes sabían que su hermana se encontraba bien. Pero se llevaron una enorme sorpresa al ver que en vez de que su hermana se dividiera en dos armas, apareció en la arena a lado de Atenea. La premonición de Juana se cumplió, se desvincularon.

3

La espada de Juana desapareció de su mano, abrió los ojos y se quedó paralizada al ver a su valquiria aparecer a un lado de Atenea.
Hrist estaba estupefacta y estiró su mano hacia Juana para volver a hacer el volund, sin embargo, Atenea, por instinto reaccionó y golpeó a la valquiria con su escudo aún con los ojos de Medusa abiertos. Hrist se estampó la cara con el rostro de Medusa y vio directamente a sus ojos.
- ¡NOOO! -gritó desesperada Juana aún con la mano estirada, trataba de alcanzarla pero fue en vano, vio a la valquiria caer mientras se convertía en piedra. Hrist le dio una última mirada de compasión y cayó al suelo hecha pedazos.
- ¡HRIST! ¡HRIIIST! -gritó desesperada Fleck tratando de lanzarse a la arena, pero, Mulán trató de detenerla pero aún no tenía suficiente fuerza, fue Hefesto quien la retuvo.
- No... Hrist... -Geir se derrumbó en el suelo y comenzó a sollozar.
La humanidad gimió de miedo e incertidumbre mientras que los dioses celebraban. No obstante, Atenea quedó inmóvil por lo que hizo, la mató a sangre fría... Sin embargo, al final de cuentas moriría en cuanto acabase con Juana. Cerró los ojos de Medusa y bajó su arma.
La doncella, se acercó a los restos de Hrist.
- Hrist... ¡Oh Hrist! -se lamentó tomando una piedra de lo que fue el cuerpo de aquella que la ayudó a no darse por vencida y la animó a seguir adelante- Perdóname... Fue mi culpa... ¡Fue mi culpa!
Atenea dio un paso al frente.
- Yo... Lo lamento, Juana... Permíteme, enmendar mi error... -Atenea alzó su lanza- Reuniéndote con ella.
Furiosa, Juana tomó uno de las piedras del cuerpo de Hrist y se la lanzó a la cara a Atenea.
- ¡Agh! -gimió la diosa.