Capítulo 30: Las Cartas De Fleck

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1

En cuanto terminó el combate Geir se levantó de golpe y fue directamente hacia la enfermería dedicada a los humanos llevando consigo las cartas de su hermana. 
Muhammad Ali y Sekhmet llegaron simultáneamente a la enfermería con el rostro cubierto de sangre y varios moretones en la cara. Seguían inconscientes y sus acompañantes trataban de hablarles para que estos reaccionaran, sin embargo, no despertaron. 
"Fue un buen trabajo, Muhammad" fue el último pensamiento que tuvo Fleck antes de caer inconsciente. 

2

Un gran alboroto se creó detrás de Isis, la noticia del empate llegó a ella justo en el momento que llegó a la enfermería por Amón. Al entrar se encontró con que Tezcatlipoca seguía dormitando y Amón estaba un poco atolondrado. 
- ¿Qué está pasando, Isis? -preguntó Seth quien paró su lectura de un libro que sostenía en las manos.
- Parece ser que hubo un empate en la ronda siete... -contestó la diosa alada entre dientes mientras se acercaba a Amón- ¿Qué estás leyendo?
- Estoy investigando acerca del humano Lovecraft. Había escuchado que era un escritor así que le pedí a Hermes que me consiguiera unos cuantos de sus libros. He leído un par de sus cuentos, y al principio no había nada del otro mundo: historias de un muerto viviente, maldiciones gitanas, una tumba... Debo reconocerle que su prosa es muy buena y sus relatos son interesantes con tramas sencillas pero, todo empezó a cambiar con la presentación de una casa maldita que escondía en sus profundidades una criatura... "inenarrable" que llevó a la locura al protagonista... Y ahora ha escalado hasta la existencia de criaturas que "el ser humano no es capaz de comprender y en su poco discernimiento concibió como dioses"... Dioses que vienen desde las profundidades del cosmos como Cthulhu, Nyarlathotep, Shub-Niggurat, Azathoth...
Isis ya estaba al pie de la camilla de Amón cuando escuchó los nombres de aquellos dioses. Impactada, se giró lentamente. 
- ¿Qu- qué dijiste? -preguntó temblando. 
- Son los nombres de los dioses en sus cuentos, no estoy seguro si los pronuncié bien
- Amón levántate, ¡Levántate ya! -Isis se limitó a ignorar a Seth y casi a rastras levantó a Amón de su cama.
- ¿Está todo bien, Isis?
- El siguiente peleador es Tyr, ¿no? -contestó fríamente la diosa alada dándole la espalda y cargando sobre su hombro a un Amón aún cansado- Manda a decir que ya es su turno de pelear. 
Seth no dijo nada más y solo vio con incertidumbre a Isis y Amón salir de la enfermería. 

3

Geir irrumpió en la enfermería de los humanos pateando la puerta con desesperación exaltando a los acompañantes de Muhammad Ali quienes voltearon sorprendidos. 
Y ahí estaba Muhammad postrado en una camilla completamente hinchado de la cara, tenía varios moretones de los que le brotaba sangre; Joe estaba a su lado tratando las heridas del boxeador usando una gasa empapada con alcohol antes de que una enfermera ninfa cerrara las heridas con puntadas. Geir buscó a su hermana al ver que Muhammad ya no tenía los guantes puestos.
Fleck estaba en una camilla a lado de Muhammad, tenía los mismos moretones ensangrentados en el rostro y estaba teniendo el mismo tratamiento por parte de Dundee. 
En seguida Geir corrió hacia la camilla de Fleck con lágrimas en el rostro. 
- ¡Fleck!, ¡Oh, Fleck! -gritó abrazando el cuerpo de la valquiria- ¡¿Cómo estás?!, ¡¿Cómo te sientes?!
Al no haber respuesta, Geir sacudió ligeramente a su hermana pero fue detenida por Dundee. 
- Ella está desmayada señorita, ambos lo están... Parece que han sufrido de un derrame cerebral y su condición es crítica... 
- No... No puede ser... ¡Fleck! 
Geir sollozó con más fuerza e intentó abalanzarse sobre su hermana, sin embargo, los que se encontraban con ella la detuvieron y la hicieron retroceder, pero aún así, no podían controlarla, ella continuaba avanzando. 
- ¡Tiene que tranquilizarse, señorita! -gritó Joe reteniendo a la valquiria. 
- ¡No! ¡POR FAVOR FLECK, HÁBLAME! ... ¡Tenías razón, Fleck! ¡Es mi culpa que nuestras hermanas continúen muriendo! ...
Geir continuaba forcejeando, no obstante, una mano cálida la tomó por el hombro. 
- Shhh... -el siseo era perteneciente a la mano que tomó a Geir, quien se relajó un poco permitiéndole así a la dueña de la mano para abrazar completamente a la valquiria. 
Un gato se restregó entre los pies de Geir ronroneando. 
- ¿Mamá?
- Sí, mi amor, aquí estoy... -contestó la mujer que abrazó a Geir. 
Una alta mujer de tez blanca y cabellera dorada, vestida con un vestido negro y una capa de plumas de halcón atrajo a la valquiria a sus grandes pechos y la abrazó con ternura acariciándole la cabeza. 
Geir rompió en llanto y se desplomó en el suelo; sin dejar de acariciarle la cabeza, la diosa Freya, la madre de las valquirias se arrodilló junto con su hija. 
- ¡LO SIENTO MAMÁ, PERDÓNAME! -gritaba Geir- ¡ES MI CULPA QUE HILDA, HRIST Y HERVOR HAYAN MUERTO! ... ¡Y AHORA POR MI CULPA ESTÁ ASÍ FLECK! 
- Shhh... No es así hija..., Tranquila... 

Shuumatsu No Valkyrie 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora