Capítulo 28

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A pesar de que tenía la oportunidad de continuar en el evento, Alyssa vio la oportunidad de salirse y la tomó

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A pesar de que tenía la oportunidad de continuar en el evento, Alyssa vio la oportunidad de salirse y la tomó. El colegio le daría los créditos de igual manera, por lo que no necesitaba pasar de nuevo por una situación desagradable o esforzarse por ganar. Después de salir de la enfermería, el grupo acordó reunirse en la habitación de las muchachas para celebrar y pasar el rato. Sin embargo, al entrar a su cuarto, Aly se llevó la peor sorpresa del día. Sus pertenencias estaban desperdigadas por el suelo. Habían revisado el armario y la cama estaba desarreglada por completo.

—¡Fenrys! —gritó, preocupada por el cachorro e ignorando el dolor en su nariz— ¡Fenrys, ¿dónde estás?!

—¿Pasa alg...? ¡Por los mártires! —chilló Lucy, asustada ante el desastre.

Alyssa abrió la puerta del baño a toda su capacidad, pero el pequeño lobo no estaba allí. Un segundo después escuchó un ruido dentro del ropero y se acercó al mismo. Fenrys saltó a sus brazos sin emitir ni el más mínimo ruido, tras lo cual la chica respiró con alivio. Sin embargo, el mismo le duró poco. El cachorro tenía una mancha de sangre en el pelaje del pecho, que parecía provenir de su boca.

—¡Llama a Allen y a Nate!! —exclamó Alyssa, aterrada— Creo que Fenrys está herido.

Lucy obedeció una vez salida del pasmo. Aly colocó al cachorro sobre la cama y lo revisó de manera minuciosa, buscando una posible herida. Podía perdonar que destrozaran sus cosas, pero si se atrevían a dañar a su pequeño, no tendrían perdón. Por suerte no encontró nada alarmante. Fenrys movía la cola manifestando su alegría ante las atwenciones que estaba recibiendo. Justo cuando su hermano y su mejor amigo llegaban corriendo, Aly descubrió un trozo de tela rasgado que no reconoció como suyo. El mismo estaba tirado frente a la puerta del armario, y también estaba manchado de sangre.

—¡Por las tangas de Merlín! —espetó Allen, abriendo los ojos con asombro— ¿Qué ha pasado aquí?

Nathan avanzó hacia Aly y tomó el cachorro en sus manos, para verificar que en realidad no estuviese herido. Tuvo que reconocer que la sangre no era del pequeño lobo, sino de alguien más. Con toda probabilidad, Fenrys había mordido al intruso que había hecho tantos estragos en la habitación de Alyssa.

La muchacha echó un vistazo a su alrededor. A simple vista no parecía que hubiese nada perdido. Sus uniformes yacían en el suelo junto con sus libros. Parecía que los habían lanzado con rabia, porque estaban lejos del armario. Sin embargo, algo llamó la atención de la chica mucho más que esas prendas. El cajón de su ropa interior estaba volcado en una esquina del cuarto. Parecía que al tirarlo con fuerza habían causado que la lámpara de la mesa de noche se rompiera en dos. Pero lo que más la perturbó fue el hecho de que la caja de jabones —que había estado dentro de aquella gaveta— yacía rota en varios pedazos junto al ropero. La misma caja que había mantenido oculto el secreto que compartía con el mayor de sus hermanos.

—Voy a matar a esos malditos pervertidos —rezongó Allen—. Si todo esto tiene que ver con la estúpida publicación y sus fetiches de ropa íntima...

Resplandor [Hermanos Ceniza I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora