Alyssa percibió su esencia mágica al nivel máximo, causándole cosquillas en la piel de tanta expectación. Perdió de vista a sus hermanos en cuanto avanzó entre la vegetación. El suelo se advertía húmedo bajo sus zapatillas de deporte, cubierto de lodo y hojas secas. Podía escuchar el ruido que causaban los demás participantes al pasar a toda prisa cerca de ellos. Pensó en su mejor amigo y en lo mucho que le había fastidiado que Relldann lo emparejara con Vevienne. Sin embargo, decidió que, si no quería morirse al día siguiente en el entrenamiento extra, debía concentrarse en la tarea vigente en lugar de mortificarse por ello.
Julien le comentó a la muchacha que el primer día del evento siempre se ejecutaban dos pruebas. La primera era la carrera por los materiales de utilidad, la que estaba teniendo lugar en ese mismo instante. Ese primer encuentro entre ambas escuelas siempre generaba alguna que otra pelea. Sin embargo, la segunda tentativa era una batalla con todas las de la ley. Los alumnos debían enfrentar al colegio contrario con todos los hechizos aprendidos, al menos los legales. Pensando en ello, Alyssa comenzó a disminuir la velocidad cuando percibió que el muchacho lo hacía.
—Muy bien, Marie —dijo Julien, ignorando la mueca de disgusto de la chica—. A partir de aquí hay que ser más inteligentes y silenciosos que los demás. Por mucho que nos guste a los dos formar desorden y repartir palizas, hay que reservar nuestra esencia mágica para la verdadera pelea.
—¿Desorden y palizas? Yo soy muy pacífica.
Alyssa le había contestado en un susurro. Como respuesta, el joven le dirigió una mirada burlona, cargada de significado. Julien señaló una parte del bosque, y sugirió mediante señales que debían revisarla en busca de frascos de pociones ocultos. O de algún otro recurso útil. Un ruido de ramas rotas los alertó una vez que estuvieron dentro del claro que pretendían investigar. Había dos posibilidades. O un dúo de estudiantes se acercaba para explorar el mismo lugar, o solo se trataba de algún animal nativo. Esperaron por la revelación de la verdad, pero no pasó nada. Al menos en ese minuto. Aly emitió un chillido de emoción cuando encontró una diminuta mochila, que contenía en su interior tres ampollas de pociones coloridas, oculta entre las raíces de un árbol. Su compañero sonrió satisfecho, pero la alegría les duró poco. Por el camino que habían tomado para llegar, una criatura se acercaba a ellos rodeado por un aire agresivo.
Alyssa abrió los ojos hasta su máxima capacidad. El monstruo, —que aún no parecía haberlos notado— tenía un aspecto humanoide, así como una piel verdosa, pálida y reseca. Su cabeza era de enormes proporciones, quizás demasiado pesada para su cuerpo. Estaba cubierto de pelo ensortijado en las axilas, en parte de su cráneo y en la mandíbula inferior. Se encontraba a dos escasos metros de los hechiceros, quienes permanecieron en silencio por su propio bien. Todo el mundo sabía que los ogros eran estúpidos, pero muy violentos; por lo que no era conveniente provocar su ira.
—¡Olvídalo, Julien! —le susurró Alyssa, notando sus intenciones— ¿No fuiste tú quien dijo que teníamos que guardar nuestras energías para el verdadero combat...?
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Resplandor [Hermanos Ceniza I]
FantasyAlyssa, sus hermanos, y su mejor amigo -por el cual siente más de lo que debería- se verán envueltos en misterios que van más allá de sus imaginaciones cuando intenten graduarse del colegio universitario para hechiceros al que asisten. ...