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Werneirn

Kalia.

El príncipe preparó un té con jengibre, limón y otras cosas más que me ayudaron a combatir el resfriado. Fue muy malo, pero eso y el baño con agua de canelón evitaron que estuviera en una cama postrada muriendo con la fiebre.

Hace unas horas llegamos al palacio y Elle se fue a Tinrock, dijo que preferiría llegar tarde a que no ir, así que, aquí estoy sola con mis recuerdos, disfrutando de la vista desde el ventanal de mi alcoba.

Una carroza está a la espera de alguien y mi cuerpo se estremece al ver a Wanda que sube y tras de ella Theo.

Me escondo rápidamente y me lanzo a la alfombra que está al pie de mi cama.

Si alguno de los dos me llega a ver, vendrán y mi día se arruinará.

No es que esté de lo mejor, pero la calma al ver a mi amiga, sana y salva se ha mantenido dándome algo de ánimos.

- ¿Puedo pasar? -dan dos pequeños toques en la puerta.

De inmediato reconozco la voz.

-Pasa.

Mi amiga ingresa y el verla con una botella en mano y sus labios de color negro me hace arrugar las cejas. Sabe muy bien que tenemos prohibido ingerir bebidas alcohólicas.

-Lo sé, lo sé -alza la botella-. Tan solo ignóralo.

Sonríe.

-Ven -palmeo el lado de izquierdo de la alfombra.

Me enderezo quedando en una posición indio para esperarla.

- ¿Sabes que beber ayuda a olvidar todo? -se acerca y la melancolía en su voz me hace saber que estamos en uno de sus días bajos.

De un solo sentón cae a mi lado y le hago recostar su cabeza en una de mis piernas.

-No lo hace -le aseguro porque yo anoche lo intenté y fue en vano.

-Es verdad -le da un sorbo muy largo a la botella-, solo es una mierda que consume la vida ¿No te molesta que lo haga aquí a tu lado verdad?

-En lo absoluto. -Lo mejor es tenerla a mi lado cuando está en esta situación.

Le sobo su cabello afro dejando que tome de su botella tranquila, a veces, es mejor la compañía en silencio cuando no sabemos cómo actuar ante una situación que es desconocida para nosotros.

Nicole a más de ser mi amiga extrovertida, ocurrente y mala influencia, también es la que nunca me ha juzgado, nunca he tenido un reproche por parte de ella y siempre cuando le contaba alguna mala anécdota recibo un "lo hiciste bien, que se jodan". Todo lo contrario, a las personas que me rodean.

Nicole es mi lugar seguro, mi chica que sé que nunca me juzgaría y siempre me apoyará en todo

Su presencia me transmite paz... su compañía es un gran tesoro que aprecio con mi vida, pero hay días en los meses donde tengo que acompañarla a ella.

Nos damos ayuda mutua, ambas somos un equipo lleno de desastre y hemos ganado batallas juntas.

-Nicole... Nicole... -la ducha estaba llena de sangre y sus muñecas no dejaban de sangrar- ¡Nicole!

Me arrodillé y toqué su cara intentando que despertará, no hubo respuesta y mi llanto se mezcló con los gritos desgarradores de mi garganta, mientras, la recostaba a mi pecho y pedía ayuda.

Sus venas estaban en dos, su cuerpo desnudo estaba lleno de auto-lesiones y el grifo de la ducha abierta nos mojaba.

Mi corazón estaba a punto de explotar con todo el miedo y desesperación que me abarcaba en ese momento.

AUREKEA. (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora