11.

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Amiga.

Olive.

Muevo mis manos, mis caderas y mi cabello al son de la música, doy una pasarela del todo menos sexy para luego mover mis hombros e intercalar mis pies en pasos raros. Mauricio se parte de risa desde una esquina viéndome, llego frente a él y jalo su mano para comenzar a saltar.

El escenario está libre dándonos espacio para ser nosotros mismos.
Es un baile del todo menos normal, pero él me sigue el juego, riendo, moviendo sus manos, su cabeza y dando pasos lentos con los pies. La pista del disco nos dicta un baile movido.

No hay nada que me quite la sonrisa de mis labios, verlo cerrar los ojos y disfrutar a mi lado me hace crear escenarios no gratos para la relación que mantenemos, pero los elimino, recordándome que somos amigos y de allí no debemos de pasar, que nuestra amistad es más fuerte que cualquier ilusión que crezca al verlo, al estar a su lado.

Es tan difícil, mi mente quiere un alto a todo lo que crece a su lado, pero mi corazón me pide más.

Quizás sea una confusión, es lo que siempre me digo. Confundir el cariño de amistad con el amor puede que me envuelva en un bulto oscuro de pensamientos que me lleve al mismo punto erróneo.

No estoy enamorada de mi mejor amigo.

No, claro que no.

Me gusta su compañía, hablar con él, siento celos de amistad al verlo con las demás chicas, a veces me llaman sus labios, pero es por curiosidad y lo extraño cuando se va de viaje, pero siempre extraño a los chicos cuando hacen eso.

- ¿Qué sucede? -chasquea los dedos frente a mí-. Me dejaste bailando solo.

Sacudo mi cabeza y sus bellos ojos cafés me miran con burla.

-Me cansé -miento.

- ¿Y debo de creerte por? -me toma de la mano y me hace girar.

-Porqué es verdad.

-Así como es verdad de tu noviazgo con el lord de Sarajevo...

-Tus averiguaciones cansan -me suelto de su mano y me queda viendo con ojos de cachorro regañado-. Fue un error y por eso terminé castigada -digo al fin.

Desde que llegó tiene la misma preguntadera.

-Me enteré que hubo agresión de por medio...

-Si, por ello terminé castigada -bajo la pequeña escalera del escenario y la música se corta.

Recojo mis cuadernos que están en un asiento y comienzo a subir los escalones para salir. Se supone que hoy habría ensayos para la obra del fin de trimestre, pero nadie llegó lo cual es muy raro.

- ¿Me darás detalles? -Mauricio llega a mi lado a toda carrera.

- ¿Me darás detalles de lo que hiciste en mi ausencia?

Me quita los cuadernos para cargarlos él.

-Te he dicho que nada bueno.

Ruedo los ojos.

-Ya.

Su nada bueno tiende a fragmentos de secretos que no me quiere contar.
Salimos del conservatorio y algunos de los nobles nos saludan con la mano. Es hora de ir a casa, pero Mauricio tiene entrenamiento de espadas por lo que tiene que esperar a que sean las cuatro. Él me acompañó al teatro, ahora yo debo acompañarlo al entrenamiento. Aunque entrenando sea muy malo, el entrenador siempre le dice que es una perdida de tiempo en el esgrima.

AUREKEA. (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora