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Memorias Parte 1

El barco se mecía de un lado a otro haciendo que los vikingos que se encontraban ahí se empezaran a preocupar, nadie sabía porque la tormenta se había puesto tan violenta, el jefe les ordenaba diversas actividades para que puedan seguir el transcurso del viaje, tenía que proteger a los suyos, eso era lo que su padre siempre le decía, además que dentro del barco se encontraba su esposa y su hijo de 6 meses de nacido, tenía que protegerlos, salió de sus pensamientos cuando escucho como un trueno impactaba en el mástil, logrando que se incendiara, las personas comenzaron a correr para tratar de apagar el fuego, pero el movimiento del mar era demasiado que les impedía hacer su cometido.

-Hipo, ¿qué vamos hacer?- pregunto su esposa que se había acercado a él.

-Ordena a los vikingos que evacuen, yo iré por Bálder, nos vemos en los botes- no le dio más tiempo para hablar, entro al barco en busca de su hijo, debió traer a Chimuelo o algún dragón, pero iban a una isla donde aún las personas no se adecuaban, y podían tener algún problema, y no hace mucho que había asumido el cargo de jefe, vio a su hijo dormido, era una pequeña persona su cara redonda igual a él, las manitas chiquitas que le daba miedo tocarlo, lo tomo con ambas manos y comenzó a correr, tenían que salir de ahí.

Cuando logro ver a los vikingos en los pequeños botes que habían hecho para emergencias se subió en ello sin pensarlo, cuando estuvieron en el mar busco a su esposa, pero no la miro por ningún lado.

-¿Donde esta Astrid?- les pregunto a todos, los vikingos se miraron y solo uno de ellos hablo.

-Vi que ella se fue a buscarlo, pero pensé que venía atrás de usted jefe- todo se quedó en silencio, el cual fue interrumpido por una explosiona, Hipo volteo a ver el barco el cual ya estaba hecho trisas, no podía creer con solo 23 años había perdido a la mujer que amaba y el único recuerdo que le quedaba era la pequeña persona que tenía en las manos.

(ºOº)

 Habían pasado 5 años desde la pérdida de su esposa, le hacía mucha falta, pero tuvo que salir adelante por su hijo, no estaba solo ya que contaba con su mamá y sus amigos, su tiempo solo se dividía como jefe y como padre, quería pasar todo el tiempo que pudiera con Bálder, lo único que le quedaba de Astrid, respiro con tristeza al recordarla, tomo asiento mientras miraba como su Hijo bajaba las escaleras.

-Papá llegaste- llego a su lado y abrazo su pierna, Hipo sonrió y lo tomo de los brazos para cargarlos y ponerlo sobre sus rodillas.

-¿Cómo has estado campeón?- le pregunto- ¿Te portaste bien con tu abuelita?- el trataba que Bálder sea cariñoso, bueno después de todo él no era un vikingo como todos, vio que su hijo asintió como respuesta.

-Encontramos una retrato de mamá y de ti- le contó con entusiasmos el pequeño- ¿Quieres que te muestre?- no espero una respuesta, y fue a buscarlo, no tardo mucho trayendo con sigo una pintura hecha en madera- Mira- le entrego el retrato logrando sorprender a Hipo, como olvidar ese día, fue en su boda, le pidió a cubeta que haga un retrato de ellos dos, para inmortalizar el momento.

Flash Back

Miró por todos lados buscando a Cubeta, le pidió que no se distrajera, el jefe se encontraba impaciente ya que no lo veía por ningún lado, la ceremonia ya había terminado y no vio al gran pintor por ningún lado.

-Porque tan impaciente babe- fue la voz de su ahora esposa quien lo trajo al mundo real.

-Yo...- no podía decirle la verdad porque quería que sea sorpresa, pero no podía mentirle- espero a Cubeta- no le podía decir la verdad, así que le dijo una verdad a medias, tenía que pensar en algo más- él me tiene que dar una lista de la cantidad de... eh ovejas que ¿hay?- miro a su  ahora esposa, quien lo miraba enojada.